Las perspectivas de los mercados así como la tendencia que se puede esperar para los precios agrícolas en el futuro dependen de muchos factores que están comenzando a delinear lo que se llamaría un cambio de ciclo. Partimos de la base que durante los meses más álgidos de la pandemia de Covid-19 el mundo experimentó un brutal cambio en los hábitos de consumo de alimentos.
Hay que considerar que los flujos comerciales y el trading de commodities agrícolas no se detuvo durante la pandemia. Pero sí hubo un freno en el consumo de alimentos fuera del hogar, más de cuatro millones de restaurantes; 20 millones de pubs y cafés, y 100.000 hoteles, cerrados durante varios meses tuvieron un impacto muy fuerte en la demanda de alimentos. Además de los miles de vuelos cancelados y el bloqueo consecuente al turismo local e internacional.
Solo la principal cadena de comidas rápidas del mundo, en el rubro hamburguesas, consume 2,1 millones de toneladas de carne vacuna por año y la primera en comidas rápidas de pollo consume 1,3 millones de tonelada de carne aviar.
Esta demanda ralentizada durante muchos meses es de esperar que se reactive a partir de la recuperación económica de los grandes países consumidores e importadores de alimentos.
El Banco Mundial proyecta una sólida recuperación de los principales bloques económicos del mundo y esto va a provocar una fuerte reacción de la demanda.
Es por este motivo que el USDA está proyectando para 2021 un aumento en el consumo de todos los productos agrícolas, maíz, trigo, soja, aceites, harinas proteicas vegetales y animales. Así se iniciaría un cambio de ciclo que consolidará una nueva curva ascendente en el consumo y una mejora, en consecuencia, en los precio de las commodities.
Otro factor de peso para sustentar el aumento en el valor de las materias primas agrícolas es la debilidad del dólar, generando un aumento de la competitividad de las exportaciones estadounidenses, mejorando el poder de compra en dólares de los principales bloques importadores como la Unión Europea, China, Medio Oriente y los países de Asia Pacifico. Países como la Argentina y Brasil, que exportan dólares a través de sus embarques de trigo, soja, maíz, aceites y harinas, se ven beneficiados por el aumento en el precio de sus productos en la divisa norteamericana.
A todo esto, hay que agregar la coyuntura climática en Estados Unidos, el foco de sequía se va agravando semana a semana en Iowa, comenzando a ser un problema en Illinois e Indiana. Estos tres estados concentran el 40% de la producción total de maíz y el 37% de la producción total de soja. Ese es el motivo (el factor clima en el cinturón maicero estadounidense) de la alta sensibilidad que tiene el mercado de Chicago, con tendencia firme desde hace varias semanas.
Como apunte final, pienso que estamos ante un nuevo ciclo económico mundial virtuoso, con un aumento sólido en la demanda de alimentos para los próximos años, que deberá tener como correlato una mejora en los precios de las commodities agrícolas.
El autor es fundador de GuruMarket
Temas
Más leídas de Campo
“Fue el último día”. Cerró un tradicional tambo familiar porque se le hizo “imposible” seguir y su historia emocionó a todos
Hito. Una empresa de Chaco realizó la primera exportación a Estados Unidos de un pescado muy valorado
Tiene un significado japonés. Un alimento casi desconocido pisa cada vez más fuerte en el país