La baja de los precios de la soja, impulsada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, deterioró de manera dramática los resultados económicos esperados, sobre todo en el caso de los productores que no habían realizado ninguna venta de la oleaginosa.
El dato se desprende de un informe de la consultora AZ Group y toma por ejemplo el caso de la zona de producción Mar y Sierras, en el sudeste bonaerense. En esa región, desde abril de 2018 el margen teórico proyectado para la campaña 2018/2019 se redujo a 1% para el productor en tierras de terceros que no fue realizando ventas del producto.
"El empresario agropecuario que alquiló campo y no vendió con anticipación ninguna tonelada de soja, con los rindes alcanzados y los precios de cosecha (215 dólares por tonelada en abril 2019) del margen bruto teórico de 30%, pasó al 1%", señaló Matías Amorosi, integrante de la consultora.
Amorosi destacó que durante la campaña se dieron cambios que redujeron los precios aproximadamente en 35% por efecto de la guerra comercial, la suba de las retenciones (en septiembre de 2018 se aplicó el esquema de $4 por dólar) y la mayor producción global.
"También fue cambiando la expectativa de rinde en la Argentina, que en promedio alcanzó alrededor de 20% más que lo planificado. Pero en otras zonas, como Mar y Sierras, en el sur bonaerense, el aumento se redujo al 10% por heladas tardías y la seca de febrero. El aumento de rinde no llegó a compensar la caída de precios en la ecuación económica final", precisó el experto.
En abril de 2018, con los primeros cálculos para la campaña, según explicó Amorosi los márgenes proyectados se armaron con los precios de cosecha 2019, de US$300 para la soja y con un rinde promedio de las últimas cinco campañas. Se aguardaba una rentabilidad para campo alquilado que era 30 por ciento sembrando soja de primera.
"Cuando los empresarios agrícolas planificaron la campaña de granos gruesos 2018/19, allá por abril de 2018, para ver si hacían doble cultivo o sembraban solo un cultivo de primera, se encontraban con que los márgenes proyectados en campo alquilado, por primera vez en varios años, arrojaban resultados positivos", recordó el analista.
Como se mencionó, del 30% esperado de rentabilidad se pasó al 1% con un fuerte impacto para quienes no vendieron con anticipación. Sobre esto, Amorosi alertó que la baja comercialización de la campaña, de menos del 15%, invita a "reflexionar" .
"No es bueno vender solo por necesidad o ser siempre alcistas", remarcó el experto.
La campaña 2019/2020
¿Y ahora qué viene? Según Amorosi, para la campaña 2019/2020 hay chanes de perder plata con la agricultura en esa región.
"Analizando los primeros números para la campaña 2019/20, el escenario se presenta totalmente diferente en términos de contexto internacional y local, con márgenes muy acotados antes de impuestos que, al cargarle el conjunto de costos administrativos, resultan negativos en algunos campos alquilados", indicó.
"Para el próximo ciclo, en la zona de Mar y Sierras, hay grandes posibilidades de no ganar dinero con la agricultura en campos alquilados", agregó.
Amorosi toma como premisas que se mantengan los alquileres y suban 10% en dólares los costos directos e indirectos.
Según detalló la consultora, el planteo es una secuencia trigo-soja, con rindes de 50qq/ha en el cereal y de 12 en la soja de segunda. En tanto, los precios de venta serían 160 dólares para el trigo y de US$240 para la soja.
"En el caso de la soja de primera, los rindes no pueden ser menores de 28qq/ha para "salir hecho", un registro que solo se obtiene en 3 de cada 10 años, lo que pone en evidencia el alto riesgo que pueden incurrir las empresas de la zona", agregó.