Para muchos productores, la intervención del Gobierno les dejó un sabor tan amargo que ya no quieren saber nada con sembrar trigo.
"Mi plan de siembra este año no incluye trigo y la fina se reparte entre cebada y colza", señaló a La Nacion Sean Cameron, productor del sudeste bonaerense y referente de la Asociación Argentina de Productores de Trigo (Aaprotrigo). En tiempos "normales", como él mismo dice, sembraba habitualmente 850 hectáreas con el cereal.
En los CREA General Arenales y Arroyo de los Huesos (este último, en la región Mar y Sierras de Aacrea) también bajaron el área con trigo, según contó su asesor, Pablo Bressa. "Hubo una sensible disminución en el área en la última campaña. Esta caída fue del 22% y el 56%, respectivamente, para el CREA Arenales y Arroyo de los Huesos", señaló el técnico.
Opciones
En ambas zonas, el cultivo que reemplazó la reducción del área con trigo fue la cebada y, en menor proporción, la colza, la arveja y la avena para la industria.
Según Bressa, esta situación de baja en el trigo se verá profundizada en las decisiones de siembra de la próxima campaña. "La principal causa de la importante caída del área sembrada de trigo hay que encontrarla en las trabas, restricciones, cierre de exportaciones, manejo de los precios, inseguridad en los canales comerciales y falta de precios de referencias ciertos, todo esto producido por la intervención del Estado en el mercado", afirmó.
Lorena D'Angelo, analista de FyO.com, subrayó que el crecimiento de las producciones alternativas se está dando porque "casi no existe" el mercado de trigo. Para la cebada, Patricia Bergero, de la Bolsa de Comercio de Rosario, destacó que, además de la venta para cervecera, están apareciendo más interesados para su destino como forrajera.
Al margen de esto, los márgenes inclinan la balanza a favor de las opciones al trigo.
De acuerdo con Bressa, los márgenes proyectados para la próxima campaña en campo propio en el centro bonaerense son de 195,4 dólares por hectárea con un trigo de 50 quintales; US$ 281 para una cebada de 55 quintales y 342,7 dólares para una colza de 2200 kilos.