Pasada la euforia del G-20 y la tregua por 90 días anunciada entre Estados Unidos y China, con el objetivo de dejar en el freezer la guerra comercial y la imposición de aranceles, el mercado de la soja en Chicago no les cree al alcance de la tregua ni a su impacto en los precios.
El comercio de soja entre las dos potencias representa el 1,2% del comercio global entre ellos. China está jugando con Estados Unidos como el gato juega con el ratón, los orientales tienen muy poco que perder en el partido de la soja y no así Estados Unidos, donde la pérdida no es solo económica, sino que tiene que ver con la caída de popularidad del presidente Donald Trump entre sus votantes, los productores del cinturón sojero americano.
La decisión de anunciar una tregua obedece a frenar el impacto muy negativo que hubiera implicado aumentar los aranceles a los productos chinos del 10 al 25%, como había anunciado Trump en las semanas previas a la reunión del G-20, sobre el ritmo del crecimiento económico mundial. Si hubo un logro de la Argentina, el mismo fue frenar la escalada de la guerra comercial y de los aranceles cruzados entre las dos potencias más grandes del planeta.
Sin embargo, el impacto en el mercado de soja no ha tenido el efecto inicialmente deseado, más allá de la suba registrada en la primera rueda nocturna posterior al anuncio de la tregua. El mercado tomó nota, luego del ruidoso silencio del gobierno chino, y la tendencia de los precios de la soja volvió a su cauce inicial, la baja.
El fantasma bajista que sobrevuela las planicies de soja no es solo consecuencia de la caída de las exportaciones de soja hacia China, sino de la brutal acumulación e incremento de las existencias finales de soja en Estados Unidos.
El último informe del USDA proyecta un nivel de existencias finales en el orden de los 26 millones de toneladas, contra los 12 millones del ciclo 2017/2018 y los 8,21 millones de la campaña 2016/17. Este nivel de existencias es un salvavidas de plomo para el mercado y tendrá un fuerte impacto negativo en el segundo semestre de 2019 si los Estados Unidos no logran aumentar sus exportaciones de soja o si China no tiene voluntad de volver a comprar soja americana. Este es el dato del mercado que tendrá un impacto muy negativo en los precios.
Dos semanas atrás la soja mayo se cotizaba a US$247 por tonelada en el Mercado a Término de Buenos Aires y decíamos al final de nuestra columna: "¿No será este el momento para vender?". La realidad nos dice que hoy la soja mayo se está cotizando a US$239,5 para la entrega a la industria. Y nada nos garantiza que el valor de la soja no pueda seguir bajando, y en cuanto el mercado encuentre nuevos pisos, la tentación de los US$230 está cada vez más cerca. ¿No será un nuevo momento para vender?
La cultura del productor nos dice que nunca venden en suba; siempre lo hacen cuando el mercado entra en una nueva corriente bajista, pues el productor piensa que el mercado volverá a retomar el precio anterior, y si no lo hace, cada vez venderá a un menor precio.
El autor es socio fundador de GuruMarket.