Los cambios macroeconómicos tras el acuerdo con el FMI y la nueva estrategia del Gobierno al frente del Banco Central afectan al sector agropecuario, pero el desenlace varía según la industria que se mire. Una de las cadenas más golpeadas por la devaluación fue la láctea. Miguel Paulón, presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL) alertó que tiene sus costos dolarizados en un 70% en el sector primario y un 30% en la industria, y que el ritmo de ingresos no puede acompañarlos. "Solo el 5% de los ingresos vienen del sector exportador, el resto es del mercado interno. Hay que salir a cambiar la matriz del negocio y eso no es una cuestión inmediata", diagnosticó.
A pesar de que el sector de la carne tiene un fuerte impulso externo potenciado por la entrada en el mercado chino, Alfredo Gusmán, presidente de la Asociación Argentina de Angus, aclaró que el costo interno se siente en todos los insumos. "La cadena de carnes está sufriendo el impacto porque no tuvo adecuación de precios en cuanto a inflación", analizó y alertó que se están enviando más hembras a faena: "Estamos en una línea descendente y es algo que hay que mirar con cuidado", afirmó.
Para Gustavo Idígoras, presidente del Centro de Exportadores de Cereales y de la Cámara de Industria Aceitera de Argentina (Ciara-CEC) lo importante al hablar del dólar es su estabilidad. "Quedan 10 millones de toneladas de soja sin vender porque se ve qué es lo que pasa", confirmó, pero destacó a junio como mes récord en liquidación, superando los US$3000 versus los US$1900 de mayo. "Estamos haciendo un esfuerzo importante y hasta financiero, nos interesa estabilizar el mercado cambiario. Nos interesa tener un horizonte positivo", agregó.
A la hora de hablar de cuentas pendientes, Marcela Silvi, vicepresidenta y gerenta general de Industrias ERCA, destacó la importancia del financiamiento para la maquinaria agrícola. "Las tasas están muy elevadas, el sector se paralizó y las ventas entre importadas y nacionales bajaron un 22%", explicó.
A pesar de que existen líneas de financiamiento con una tasa del 15 por ciento a 60 meses solo cubren las máquinas autopropulsadas: "Las sembradoras quedan afuera y en el país hay 70 pymes que las fabrican, somos muchos", determinó como llamado de atención. Sin embargo, celebró los ciclos de las mesas de trabajo y la creación de la mesa de la maquinaria agrícola: "Esto no había pasado nunca y nos parece positivo que gente del Gobierno se siente con nosotros", agregó. Silvi espera que el tipo de cambio les dé un impulso a las exportaciones, aunque reconoce que todavía no arrancó.
Gusmán también celebró el trabajo en mesas sectoriales y ejemplificó que, para el caso de la carne, de allí salió el trabajo contra las cajas negras y la informalidad. "Empezó a funcionar, pero falta una buena adecuación para el mercado minorista, que es donde realmente se canaliza este problema", subrayó.
Planteados los estados de situación de cada industria, el protagonismo se lo llevó el sector lechero. Eleonora Cole, conductora de LN+ Campo, que se emite por la señal LN+, y moderadora del panel, le preguntó a Paulón dónde está el problema de la cadena y por qué aún no se pudo solucionar de raíz. El ejecutivo detalló que, por una parte, la industria se encuentra dispersada en alrededor de 1000 operadores, todos volcados al mercado interno. En paralelo, el sector industrial tuvo falta de inversión. Paulón aclaró que la Argentina ha llegado a exportar US$1700 millones, mientras que el año pasado solo se alcanzaron los US$700 millones. "Hay margen para crecer y estamos con cuestiones que nos alientan para crecer, como el conflicto comercial de Estados Unidos con países como México, Corea o Japón, que nos podría abrir nuevos mercados", afirmó y agregó: "Esa va a ser nuestra apuesta, más exportación y control de la informalidad".
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