En un informe, la Bolsa de Comercio de Rosario dijo que “los productores están entregando la mercadería y no hay ningún retraso en la misma con respeto a otros años”
Los productores tienen aún sin vender soja y maíz del último ciclo por unos US$4700 millones, según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Según la entidad, “el stock de maíz y soja en manos del productor es el más bajo en 11 años en volumen, y el menor en 6 años en valor”.
En rigor, según la BCR, entre maíz y soja la mercadería en manos del sector productor está en 10,8 millones de toneladas (3,8 millones de toneladas de maíz y 7 millones de toneladas de soja). Esto es menos del 20% de la producción de ambos productos para comercialización.
Por otra parte, si además de los productores se incluyen acopios, plantas industriales y elevadores en este caso el volumen se ubica en 35,4 millones de toneladas (20,7 millones de toneladas de soja y 14,7 millones de toneladas de maíz). Es el stock más bajo en cuatro años. En tanto, según el reporte, en valor asciende a 14.779 millones de dólares.
“Los stocks estimados en manos del productor son más bajos que en el año 2010, fruto de la combinación de una caída en la producción de soja como consecuencia de la falta de agua y el mayor flujo de negocios durante la campaña”, indicó.
En otro tramo destacó “la alta fluidez de la comercialización esta campaña en base a las compras reportadas por exportadores e industriales”.
“Los productores están entregando la mercadería y no hay ningún retraso en la misma con respeto a otros años”, consignó.
En este contexto, remarcó que el productor vende aproximadamente el 40% de su producción antes de la cosecha o durante la cosecha y el 60% restante luego de la recolección.
“En campañas con clima normal, gran parte de la producción de soja se vende hasta un 80 % sobre estos canales (industria y exportación)”, expresó.
Según señaló, el resto de la soja se utiliza para otras actividades productivas, como elaboración de expellers y balanceados, plantas no censadas, utilización del grano desactivado o sin desactivar para alimentación animal, entre otros.
También para ampliar los stocks necesarios por los actores de la cadena, como industrias de crushing, balanceados, productores o sector de alimentación animal.
“En los años de sequía, las ventas del sector a consumo final (industria y exportación) superan a la producción ya que los productores liquidan sus stocks para hacer frente a los gastos a lo largo del año”, explicó la BCR.
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