De las vacas a los perros y gatos: boom de los tests genéticos para las mascotas

Los dueños de mascotas, al igual que los bovinos y los equinos, tienen la posibilidad de hacer tests genéticos a sus perros y gatos.

En busca de generar conciencia de una cría responsable de mascotas, desde hace unos años, el Laboratorio de Genética Aplicada de la Sociedad Rural Argentina (SRA) se encomendó la tarea de realizar estudios genéticos en caninos y felinos. Hoy, se realizan alrededor de 30.000 análisis de filiación por año de todas las especies (vacunos, equinos, porcinos y mascotas).

Con estos análisis se pueden detectar anomalías genéticas que son la causa de determinadas enfermedades. En caninos, por ejemplo, el laboratorio puede hacer una determinación del perfil genético, único para cada animal, y certificar la filiación.

En diálogo con LA NACION, Lucila Giordana, de 36 años y licenciada en biotecnología, contó que fueron los criadores quienes hicieron visible la necesidad. "Fue ahí que, a medida que venían con distintas inquietudes, desarrollábamos y sumábamos nuevos tests a nuestro listado", dijo la especialista, que trabaja desde 2006 en el área técnica del laboratorio junto a otros seis personas.

Para Giordana, hoy los análisis están al alcance de la mano. "Es más sencillo hacer un test, porque antes las asociaciones mandaban a hacerlo al exterior, con un costo muy alto", dijo. Los precios de los análisis genéticos en la entidad ruralista van entre los 700 y 1200 pesos.

Para los criadores de mascotas, los análisis pasaron a ser fundamentales porque con detección temprana de animales portadores de enfermedades no eran utilizados como reproductores y así disminuían la incidencia de estas patologías hereditarias.

El procedimiento es sencillo. La mayoría de estos estudios se realiza a partir de una muestra obtenida de un cepillado bucal, que puede tomar el veterinario o el propio criador, y conservarse para luego enviarla al laboratorio a temperatura ambiente.

En perros, entre los tests más solicitados está la mielopatía degenerativa, que causa degeneración de la médula espinal. Otros tests son la anomalía del ojo del collie, cistinuria, atrofia progresiva de retina, cardiomiopatía dilatada , hipersensibilidad al antiparasitario ivermectina y el test del color merle.

En felinos (Persa, Himalaya y Exótica), el test más común es el de PKD: una enfermedad que se caracteriza por desarrollar poliquistosis en los riñones. También se realizan análisis de atrofia progresiva de retina, cardiomiopatía hipertrófica, entre otros.

Según la licenciada, las posibilidades de análisis se ampliaron. El año pasado, una señora vecina de Palermo se presentó en el laboratorio para un pedido especial. Cansada de que le arrojaran materia fecal en la terraza de planta baja del departamento en donde vivía, pidió si se podía hacer un análisis de ADN de esa materia fecal. "Fue así que detectamos un perfil canino hembra. Con esas pruebas, la vecina pudo determinar al menos el sexo y de qué animal se trataba y se llevó el resultado para realizar la queja correspondiente", comentó.