De buena fuente. Mejor escenario de precios para el maíz
La caída en la producción de maíz será importante en la Argentina: "De 20 millones de toneladas producidas en 2005 se pasará a 13/14 millones. Esto generará un mercado local más animado que el del año pasado, pero que no desconocerá la muy buena cosecha y las existencias en EE.UU., que les ponen un techo a las expectativas de suba de precios", afirma Enrique Erize, vicepresidente de la consultora Novitas SA. Agrega que "las pérdidas de rendimiento de maíz son irreparables en muchas zonas, aunque se notan grandes diferencias entre quienes aplicaron un buen paquete tecnológico y quienes no lo hicieron, lo que genera gran heterogeneidad".
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En ese contexto, quien debe comercializar su producción anticipadamente tiene dos posibilidades para obtener algo más de los US$ 82 por tonelada que se ofrece para la posición abril en Buenos Aires. La primera es cubrirse aprovechando una posición lejana del mercado de Chicago, por ejemplo diciembre de 2006, que ofrece altos valores en función de la situación internacional. La segunda, para quienes no se animen a operar con la plaza estadounidense y tengan una localización sureña, es vender en Bahía Blanca, que ofrece precios de US$ 90, muy por encima de los de Dársena, a raíz de la escasez de mercadería provocada por la sequía y de los importantes compromisos tomados por los exportadores.
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Por otro lado, "las lluvias de mediados de enero le pusieron un piso a la producción de soja argentina y, con abundantes stocks mundiales, debería prevalecer una tendencia a la baja a medida que se acerca la cosecha", anticipa Erize. "Quien sigue sólo los datos básicos del mercado (oferta, demanda y existencias) prevé caídas de precios desde ahora hasta abril/mayo, sobre todo porque la producción brasileña viene bien y los agricultores están mal económicamente, por lo que deberán vender en plena trilla", apunta el consultor. Sin embargo, para comercializar la cosecha argentina hay que considerar otros factores, como la acción de los fondos de índice, la evolución del precio del petróleo y otras variables que generan gran volatilidad.
Frente a esa variación incesante de los precios, Erize aconseja comercializar "paso a paso" vendiendo una parte de la producción esperada cuando el mercado supera los US$ 170 y comprar calls cuando cae por debajo de los US$ 160, para cubrirse de eventuales subas posteriores. Luego se puede volver a vender una parte cuando se produce otro pico y así sucesivamente.