Soy asesor técnico comercial de Grupo Agros. Las gramíneas (anuales y perennes) de difícil control tolerantes al glifosato hoy son un problema de marcada envergadura y en expansión. Campaña tras campaña las malezas dificultan el manejo de los sistemas productivos. Ya son 16 biotipos (de 12 especies, 8 pertenecen a la familia gramíneas) presentes en la Argentina.
Para lograr un buen control y bajar la población de estas malezas, debemos anticiparnos y planificar. Esto significa preparar un programa de manejo que abarque varios modos de acción entre campañas, utilizar herramientas culturales, como rotación de cultivos, fecha de siembra adecuada, distanciamiento ente surcos, cultivos de cobertura, monitoreo, reconocimiento de malezas en estadios tempranos, conocer la fenología, entre otros aspectos.
Una práctica clave a utilizar es la rotación de los modos de acción, para disminuir las probabilidades de generar nuevas resistencias. El no tener en cuenta este punto genera como consecuencia usos excesivos de herbicidas y por ende pérdidas significativas en la empresa agropecuaria.
Debemos ser conscientes de no abusar de los planteos con graminicidas posemergentes del grupo de inhibidores de la ACCasa tanto DIM como FOP (haloxifop, fenoxaprop, propaquizafop, quizalofop, cletodim, principalmente). Utilicemos esta herramienta para controlar pequeños escapes, anticipándonos a su pulverización para evitar proliferación a cosecha, generando un dolor de cabeza mayor en la próxima campaña. Tenemos que trabajar más en el uso herbicidas preemergentes, tales como acetoclor, metolaclor, atrazina y clomazone.
Es muy importante hacer un monitoreo riguroso, ya que es el paso inicial al momento de decidir que herbicida utilizar, de modo que cada uno tiene características particulares en lo que respecta a espectro de malezas que controla, tamaño adecuado de las malezas, residualidad, compatibilidad con otros productos, dosis, coadyuvantes necesarios, selectividad, condiciones y calidad de aplicación, entre otros.
Para concluir debemos lograr un verdadero cambio en la indolencia cultural e invertir más tiempo en conocimiento. Si nos dejamos estar, el problema será mayor y la solución cada vez más costosa.
Marcos Almada