"Como en años anteriores, hice un esfuerzo para retener el girasol hasta la época de siembra esperando un repunte de precios, pero ello no se concretó y vendí la tonelada a 740 pesos. Un mes y medio después subió a 900 pesos. Perdí un montón de plata y no le encuentro explicación a ese comportamiento", se quejó un productor de Coronel Dorrego. Sucede que una serie de factores esta contribuyendo a dar firmeza a los precios de la oleaginosa en las últimas semanas. "Desde el punto de vista de la oferta, la producción de Rusia -uno de los principales países productores- caerá 600.000 toneladas respecto del año pasado", apunta Sebastián Olivero, director del área de Mercados de Granos y Estrategias Comerciales de Agro-Tecei. También se reducirá la producción de la Unión Europea y de Sudáfrica.
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"La Argentina será otro factor alcista por la gran caída de área sembrada: la Bolsa de Cereales estima 1, 4 millones de hectáreas, la menor de los últimos 30 años", agrega. Con esa superficie, la producción podría llegar a niveles tan bajos como 2-2,5 millones de toneladas (también récord) si se desarrollan condiciones climáticas desfavorables para el cultivo. En tal sentido, el girasol arrancó mal en el norte del país, donde no se pudo sembrar en muchos potreros por falta de humedad en el suelo. Algo similar pasó en la región central. En el sur de Buenos Aires perdió área a favor de la soja, con mejor precio al momento de siembra. Luego ambos precios se acercaron, pero ya era tarde para la siembra de girasol.
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Los comportamientos descriptos provocarán una caída del 6-8% de la producción mundial en 2009, según Olivero. Esta oferta disminuida se enfrentará con una demanda europea activa por el fortalecimiento del euro, y por las compras de la India, que aumentaron en volumen con relación al año pasado. Por esa razón, y porque los fondos están ingresando en los mercados de commodities como defensa antiinflacionaria, los aceites han subido de precio desde mediados de octubre,
En función de ambos comportamientos el analista aconseja dejar abierta por ahora la comercialización. "En un escenario de escasez y buena demanda no resulta conveniente atarse a un precio predeterminado; es preferible esperar, sobre todo si se considera que todavía no está totalmente claro el panorama climático de varias zonas de producción, como el sudoeste de Buenos, La Pampa y Córdoba."