A medida que nos fuimos acercando al final de la cosecha de los maíces de siembra temprana se comenzó a sentir en el mercado el impacto de la menor oferta de grano disponible. Luego de picos de venta semanales por parte de los productores de 1,9 millones de toneladas y de varias semanas con ventas de entre 1 y1,5 millones de toneladas, esta última semana los productores redujeron drásticamente la oferta, hasta apenas 293.000 toneladas. En el balance global los exportadores ya tienen comprados 27,4 millones de toneladas de maíz, de los cuales 4,1 millones están” a fijar precio “.
Los productores que vendieron maíz durante abril y mayo lograron muy buenos precios si los comparamos con lo sucedido en el mercado en esta última semana. La combinación del buen avance de la siembra de maíz en Estados Unidos, cierto alivio por las lluvias en el corazón maicero y pronósticos de más lluvias para los próximos días ha revertido la firmeza que venía mostrando el maíz y en una sola semana la posición julio en chicago bajó US$14 por tonelada. En cambio, los precios FOB en el Golfo de México para el maíz estadounidense aumentaban en US$5 por tonelada, de 272 a 277 dólares para embarque en septiembre, plena oferta de la nueva cosecha.
El maíz FOB upriver mejoraba US$4 en la posición de embarque agosto, con un cierre en US$257 por tonelada. A pesar de esta mejora en los valores de exportación, los precios del maíz en el mercado disponible acusaron una baja considerable, cotizando ahora a 204 dólares por tonelada. Es la primera vez que la exportación ajusta los valores de compra hacia abajo, lo que sucedía en las semanas previas era la opuesto, los exportadores pagaban más que la paridad o FAS teórico. con cierta visión que los precios mantenían su tendencia alcista semana a semana esta estrategia les daba resultado a los exportadores.
Como una regla no escrita, comprar en un mercado alcista hace que toda compra del día sea más barata que la del día posterior. Ahora que el mercado internacional bajó y que no se sabe cuánto más durará el descenso, la estrategia de los exportadores es distinta, pagar por el maíz un precio que implique cierto margen de ganancia y no arriesgarse a una suba futura, que esta semana la tendencia alcista parece haberse cortado.
Otro factor que puede dar tranquilidad a los precios es el final de la cosecha de maíz temprano y el final de la oferta en niveles de 1 a 1,8 millones de toneladas por semana. Ahora hay que esperar el ingreso de la cosecha de los maíces tardíos o de siembra de segunda, que se prevé a partir de la segunda quincena de junio. Otra máxima del trading indica “para qué vas a sobrepagar un producto del que sabés que no habrá oferta considerable que justifique mejorar el precio de compra”.
En el mientras tanto, el mercado mundial compra esta tranquilidad que se refleja en la estrategia de los fondos, de desarmar sus posiciones long (compradas) de la cosecha vieja, lo que se conoce como liquidación con toma de ganancias en este caso, pero sin aumentar la posición comprada de la nueva cosecha. En definitiva los fondos le están diciendo al mercado, no convalido subas futuras, no soy alcista. “Por el momento”, le agregaría yo, pues la futura cosecha de maíz estadounidense sigue dependiendo del clima durante junio y julio, y de la opinión final del USDA respecto de la superficie realmente sembrada con maíz. Los productores que vendieron maíz en abril y mayo lograron muy buenos precios. Otro factor que puede dar tranquilidad a los precios es el final de la cosecha de maíz temprano.
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El autor es fundador de Guru Ganadero
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