La Bolsa de Cereales de Buenos Aires realizó hoy su primera estimación de siembra de trigo de la campaña 2018/2019.
Según la entidad, que recalculó el área del ciclo pasado en 5,7 millones de hectáreas, ahora habrá una expansión a 5,9 millones de hectáreas.
"Los resultados preliminares del relevamiento indicaron una posibilidad de expansión del 3,5%, ante un escenario de mejora climática que recomponga la humedad en los perfiles para el comienzo de la siembra, y permita al productor responder a los incentivos económicos dados por la suba del precio del cultivo para la campaña nueva y la mejora de la relación insumo producto", dijo la Bolsa de Cereales porteña.
Vale recordar que otras estimaciones privadas prevén al menos una suba del 10 por ciento en la superficie con el cereal, entre otros motivos por la mejora en la humedad y en el precio esperado para la cosecha.
Según precisó la Bolsa de Cereales porteña, "durante abril la provincia de Buenos Aires logró recomponer parte de la condición hídrica para la nueva campaña, principalmente sobre el sector centro y sudeste de la región".
"De mantenerse dichas condiciones, las labores de implantación comenzarían durante el transcurso del mes de junio con un incremento interanual en la superficie sembrada con el cereal. Además, la región podría recuperar el área triguera que no fue incorporada durante la campaña 2017/18 debido a excesos hídricos acumulados durante el final de la ventana óptima de siembra", agregó.
Pese al pronóstico de suba, alertó que el área podría caer a 5,4 millones de hectáreas porque hay zonas que requieren de más precipitaciones. En ese escenario el área caería un 5 por ciento.
"En cuanto a las regiones del sudoeste de Buenos Aires-sur de La Pampa y norte de La Pampa-oeste de Buenos Aires, el escenario es más crítico ante un pronóstico de reposición de humedad menos alentador, razón por la cual la intención de siembra presenta gran incertidumbre aún", señaló.
También advirtió por la situación en el norte del país. "Gran parte del norte argentino mantiene un estado hídrico regular a escaso que limitaría la expansión del cereal. Sobre las regiones NOA y NEA, las labores de siembra se extenderían entre los meses de mayo y junio, y de no registrarse precipitaciones durante las próximas semanas, la implantación de los primeros lotes podría verse demorada, impactando sobre la intención de siembra final", indicó.
"En paralelo, gran parte del norte de Córdoba, centro-este de Entre Ríos y norte de Santa Fe también presentan una situación hídrica desfavorable para el comienzo de la campaña triguera, aunque en dichas regiones aún restan varias semanas para las primeras siembras", añadió.