Anteayer se conoció el informe mensual elaborado por el USDA, donde proyecta el balance de oferta y demanda mundial de las principales commodities agrícolas. Lo sorpresivo del reporte tuvo que ver con la estimación de la producción de soja en Brasil, dado que el organismo optó por no modificar su estimado previo, de 133 millones de toneladas. Lo extraño fue que en el mismo trabajo redujo el estimado de producción de soja de la Argentina, de 51 a 50 millones.
Cuando Brasil tuvo una de las peores sequías en su historia, el USDA considera que por el momento no hay daños en los cultivos de ese país, pero sí los hay sobre los argentinos, con una condición de lluvias y de humedad subsuperficial mucho mejor que la que tienen muchos estados productores brasileños. Por lo pronto, posinforme, el mercado de Chicago reaccionó como lo indica el manual, con ligeras bajas, para luego ir recuperando las pérdidas iniciales durante toda la jornada .
En el caso del maíz, el único ajuste significativo el USDA lo hizo sobre la producción de la Argentina, al bajar de 50 a 49 millones de toneladas su estimado. También fue una sorpresa que mantuviera la producción de maíz de Brasil en 110 millones, cuya segunda siembra se verá perjudicada por la sequía que afectó y redujo la superficie de siembra de soja.
En el caso del maíz, el dato de mayor importancia tiene que ver con las importaciones de China. El organismo proyectó un volumen de importaciones para 2021 de 16,5 millones de toneladas, versus los 13 millones estimados el mes anterior y los 7,6 millones que China compró durante el ciclo 2019/2020. Este es el dato clave del mercado y le pone bastante presión alcista a los precios del maíz, considerando que operadores privados estiman que China podría llegar a importar hasta 20 millones de toneladas.
Se trata de noticias muy positivas para la Argentina, principalmente para el mercado de maíz, donde nuestro balance de oferta y demanda interno esta muy ajustado, a punto tal que es probable que no tengamos suficiente grano para el momento del empalme con la nueva cosecha. Esto se agrava con el atraso en las siembras de maíz temprano y la mayor participación del maíz tardío o de segunda en el portfolio de oferta. Dicho de otra forma, febrero puede estar muy caliente en cuanto a precios de maíz se refiere. Y los maíces de cosecha temprana van a consolidar una mayor demanda de los exportadores.
El autor es fundador de GuruMarket