Un documento de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma) destaca las principales características desarrolladas
Al menos desde la década de 1980, cuando se iniciaba la difusión en mayor escala de la siembra directa, la industria argentina logró un dominio del mercado de las pulverizadoras, según destacó un informe de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma).
Los modelos de la industria nacional ofrecían beneficios en aspectos tales como despeje, rodados, trochas y la posibilidad de circular en los cultivos en crecimiento.
En la actualidad esas características continúan vigentes y se han sumado otras, como resultado de una evolución tecnológica constante, indicó Cafma.
El botalón, ancho y estabilidad
Según el reporte de la cámara, “buena parte de esa evolución se relaciona con su productividad, es decir capacidad de trabajo medida en hectáreas cubiertas por hora de trabajo, como resultado del notable crecimiento en los anchos de trabajo, con largos de botalón, que van desde 32 y 36 metros y llegan a los 40 y 45 metros”.
“Para llegar a esas dimensiones, los diseñadores han recurrido a estructuras tubulares y reticuladas, de acero y otros materiales como la fibra de carbono. Lograron estos avances a través de la investigación y desarrollo, a veces llevadas a cabo en combinación con centros especializados en el estudio de resistencia de materiales, y valiéndose de ensayos dinámicos a campo, con la utilización de sensores para la medición de esfuerzos y deformaciones”, indicó.
“Con el mayor ancho de labor, además de aumentar la capacidad de trabajo, se reducen las pasadas por lote, con lo cual bajan los costos operativos y se incrementan las posibilidades de llegar a tiempo en las distintas aplicaciones de cada campaña”, agregó.
De acuerdo al documento, “estos cambios llevaron a nuevos desarrollos en la estructura basculante que vincula al botalón con el chasis de la máquina y en la suspensión de la misma”.
“Ambas características definen la estabilidad del barral, es decir la permanencia en su posición horizontal, y de ello a su vez depende fuertemente la calidad de aplicación, es decir la uniformidad de distribución de las gotas en el objetivo”, precisó.
“En los desarrollos se ha logrado que el sistema basculante nivele el barral de manera automática y rápida en los sentidos vertical y horizontal ante movimientos de la máquina producto de su tránsito en suelos poceados y virajes rápidos en cabeceras. Asimismo, se logró la independencia de movimiento entre chasis y el barral”, añadió.
Según indicó, la suspensión “es otro logro importante comparativamente con máquinas de otros orígenes que son más bien rígidas”.
“Está formada por cuatro pulmones neumáticos y con válvulas niveladoras independientes en cada una de las ruedas posteriores. Y en la parte delantera una válvula niveladora mantiene la estabilidad de la máquina. Ello con el objeto de que el chasis conserve su posición horizontal. Asimismo, esta suspensión soporta la gran carga que implica el tanque principal del equipo lleno”, remarcó.
Tanque principal
Entre otros puntos, el informe destacó que “los tanques de fibra de vidrio, migraron a plástico con rotomoldeo, alcanzando mayores niveles de seguridad, y la ausencia de rugosidades en su interior le facilita su completa limpieza. El diseño de sus paredes, sin ángulos ni aristas vivas, también facilita su limpieza interna”.
“Su rápido aprovisionamiento de agua, y la boca de hombre para lograr su limpieza interna, ayudan al más rápido y seguro desempeño en el trabajo. Es realmente importante limpiar el interior del circuito de pulverización entre distintas aplicaciones, para quitar los residuos de productos de acción residual con el objeto de evitar daños en cultivos y problemas de contaminación del ambiente”, explicó.
Transmisión mecánica y piloto automático
Otro avance es el predominio de la caja automática de velocidades que optimiza la transmisión mecánica. El mercado argentino se inclina por esa transmisión debido a su menor costo respecto de la transmisión hidrostática, expresó. “La incursión en la caja automática ha hecho que las máquinas tengan mejores prestaciones a campo como la continuidad en su tracción, lo cual confiere agilidad de operación y facilidad de manejo. Esta transmisión mantiene acotado el consumo de gasoil y evita los altos costos operativos que implica la transmisión hidrostática, que además impone mayores exigencias y cuidados respecto de una transmisión mecánica”, detalló.
“La transmisión automática se combina de manera eficaz con el piloto automático, que demanda la mayoría de los usuarios, debido al logro de una conducción más precisa, aumentando aún más la agilidad de maniobra que caracteriza a estos equipos. Asimismo, la transmisión mecánica combinada con la suspensión neumática de los trenes rodantes permite alcanzar velocidades finales de traslado de 60 km/h, interesantes para la empresa del contratista”, indicó Cafma.
Motor, chasis y rodados
De acuerdo al documento, los motores están evolucionando hacia desarrollos de mayor tecnología y se van adoptando las unidades con gestión electrónica, que cumplen con la normativa medioambiental internacional, la cual aún no se ha impuesto en la Argentina.
En tanto, los neumáticos radiales, angostos y de gran diámetro, combinados con las dimensiones de trocha adecuadas (por ejemplo, de 2,62 a 2,80 m), confieren al equipo gran despeje, y tránsito seguro sin pisar ni romper plantas en los cultivos en estado avanzado de crecimiento. “Asimismo, estas características propician un suave andar en el suelo agrícola y gran estabilidad en sus movimientos con botalones de 40 metros y 45 metros de ancho”, precisó.
Sistema de pulverización
El 90% de las máquinas salen en la actualidad, con piloto automático de accionamiento hidráulico, con giro en cabeceras de serie en varios modelos, más el mapeo, y corte automático por secciones, todo un paquete tecnológico que hace cinco o seis años era muy puntual y opcional.
“También se mejoraron las aplicaciones de fitosanitarios con el control hidráulico y electrónico con las válvulas PWM (modulación por ancho de pulso) que gestionan el proceso de la pulverización con mayor precisión y que permite tener menos fallos a campo. En lo que hace al ahorro de producto y el más eficiente uso de la máquina, se difunden los sistemas de pulverización selectiva que se manejan a través del índice verde y válvulas de mando tipo PWM”, informó.
Estaciones meteorológicas
Entre otros, según la cámara que agrupa a las empresas nacionales, “otro salto tecnológico fue cuando ante otra mirada con más profesionalismo se incorpora al proceso el uso de estaciones meteorológicas, que le brinda al operador y a quien le interese, en tiempo real, los datos del clima para decidir, por ejemplo, un cambio de pastillas, la reorientación del movimiento del equipo, si seguir aplicando o si suspender la aplicación”.
“Esta tecnología otorga transparencia al trabajo, con los datos de las aplicaciones guardados y asegurados, con la imposibilidad de que puedan ser alterados. A la par aparecen las acciones de entrenamiento para el operador por parte de los fabricantes, y la exigencia de implementar carnet habilitante para el operador desde los organismos provinciales. Todo ello lleva a lograr mejores aplicaciones considerando el trabajo y el medio ambiente”, añadió.
Más leídas de Economía
Mejor alternativa al plazo fijo. Cómo obtener un 2% de rendimiento en dólares frente a la oferta bancaria del 0,75%
FMI. Georgieva dijo que el Gobierno avanza “muy rápidamente” con el ajuste y que la inflación baja más de lo previsto
Minuto a minuto. ¿A cuánto cotizaron el dólar oficial y el blue este jueves 18 de abril?