El ministro de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, Leonardo Sarquís, inauguró en La Plata un nuevo laboratorio de Sanidad Vegetal en el que se llevarán adelante distintas tareas de control biológico para la tucura a través de un método biocontrolador.
Las tucuras son insectos ortópteros, cercanos a las langostas con elevada capacidad de multiplicación y traslado. "Su voracidad hace que, cuando las condiciones ambientales les resultan adecuadas, puedan convertirse en serios enemigos de la producción agropecuaria", recalcaron en la cartera provincial.
El área endémica de esta plaga comprende la región sudoeste, sudeste y algunos partidos del centro de la provincia de Buenos Aires, afectando a casi 30 partidos.
El nuevo espacio tiene 160 metros cuadrados, cuenta con un sector de oficinas, cuatro salas dedicadas al análisis y la experimentación. Demandó una inversión total de casi $3,5 millones. "Este nuevo establecimiento busca desarrollar un instrumento de prevención y control que sea ambiental y socialmente sostenible", destacaron los técnicos a cargo de la tarea.
"El laboratorio representa un avance muy grande en materia de innovación. Es un método que actualmente sólo se hace en China y en Estados Unidos. Nuevamente Buenos Aires es punta de lanza y es el resultado de un fuerte trabajo científico y práctico de los profesionales de nuestra cartera", subrayó Sarquís.
La finalidad del proyecto es producir esporas del patógeno "Paranocema Locustae" para luego dispersarlo en los lotes con tucuras. Este patógeno lleva al insecto a un estado de desnutrición dando lugar a inactividad, menor tamaño y disminución de las funciones vitales.
"Gracias a esta nueva herramienta, se aplicará un método innovador para la prevención y el tratamiento de la tucura que permitirá disminuir sustancialmente las aplicaciones masivas y recurrentes de insecticidas de síntesis química, reduciendo el impacto ambiental que esto genera y aumentando el rendimiento productivo", informaron.
Para ello, es condición necesaria reproducir el patógeno en cantidad suficiente para llegar a escala de producción a campo, para lo que se requiere criar y reproducir tucuras sanas e inocularlas. Finalmente, se extraen las esporas de las tucuras enfermas y se almacenan para su posterior aplicación.