Un año con "manchas" en cebada

Soy asesor de Agroestudio Viento Sur SRL y técnico de la Regional Necochea de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid). En la campaña actual estamos asesorando 8869 hectáreas del cultivo de cebada cervecera y forrajera en la zona de Necochea.

En las campañas anteriores, la enfermedad más importante en cebada en el sudeste bonaerense fue la roya de la hoja de la cebada ( Puccinia hordei ), enfermedad a la cual la variedad Scarlet es muy susceptible.

En este contexto vale recordar que los dos últimos años tuvimos que aplicar fungicidas para controlarla en dos oportunidades durante el ciclo del cultivo, siendo la primera aplicación realizada alrededor de Z30, según los niveles de incidencia y severidad que se observaron.

Esta campaña, de la mano de las abundantes lluvias que se estuvieron registrando en distintas regiones, se empezó a observar en macollaje altos niveles de manchas, siendo las principales mancha en red ( Helminthosporium teres ) y escaldadura ( Rynchosporium secale ).

Para destacar, tres lotes precisaron de realizar un control químico en macollaje y la gran mayoría de los demás lotes estamos aplicándolos en Z31-32 por la alta incidencia (vale mencionar que se observan lotes desde 10 a 80 por ciento incidencia) y en algunos casos alta severidad de estas manchas que afectan el cultivo.

A diferencia de las campañas anteriores, este año recién ahora (en Z31-32) se empiezan a ver algunas pústulas de roya de la hoja de la cebada ( Puccinia hordei ) con incidencia y severidad muy bajas.

De igual modo, cada vez se observan más lotes de la zona con enfermedades de raíz y tallo causados por distintos hongos, como fusarium y rhizoctonia. Las mismas se observan como manchones de plantas de menor desarrollo y al tomar las plantas se puede ver que hay muy poco desarrollo de las raíces. Por todo esto debemos tener en cuenta la importancia de la variabilidad genética, la rotación con especies no hospedantes de estas enfermedades, la nutrición balanceada, el uso de curasemillas fungicidas, el monitoreo y el control químico de las enfermedades foliares en el cultivo de cebada bajo producción.