Opinión. Un cambio para las carnes
REALICO.- Las resoluciones dictadas hasta el presente sobre trazabilidad, sólo cubren la primera etapa de la cadena pero no alcanzan para componer un marco institucional sobre identificación, según establece el contexto internacional. El país, si cumple ese requisito, podrá estar en condiciones de asegurar sus procesos productivos y la transformación de los alimentos que se exportan.
La Argentina necesita implementar un sistema que permita colocar las carnes en los mercados más competitivos del mundo, dando credibilidad de nuestra sanidad y calidad, evitando de esta manera lo ocurrido con la fiebre aftosa. Y se debe defender y aprovechar el reconocimiento de país libre del "mal de la vaca loca".
En este nuevo escenario mundial los integrantes de la cadena agroalimentaria, debemos dejar de lado los intereses individuales y dar forma a un programa nacional de identificación y trazabilidad del rodeo que permita recuperar el tiempo perdido y volver a ser uno de los principales proveedores de carne del mundo, tanto en calidad como en cantidad.
Creemos que existen avances importantes que no deberían ser desperdiciados. Para la próxima zafra de terneros debemos alcanzar la identificación del rodeo nacional en su totalidad, por entender que es el camino que nos llevará al éxito. Esta estrategia nos permitirá competir con los países vecinos que avanzan a pasos agigantados y nos hacen perder posiciones con los mercados compradores. Por todo lo expuesto quiero acercar algunas ideas que podrán mejorarse con otras para desarrollar un programa nacional; entre ellas puedo mencionar:
a) La unificación en un solo estándar mínimo para consumo y exportación.
b) Contar con una base de datos que permita acceder a toda la información en tiempo y forma desde cualquier punto del país.
c) Un marco referencial internacional sobre cuáles son las necesidades de certificación básicas que debemos incorporar a nuestros productos.
d) Definir las normas y resoluciones necesarias para la aplicación.
e) Definir la autoridad de aplicación y contralor.
f) Instrumentar un marco institucional que involucre a las provincias en su totalidad.
g) Fijar las normas para cumplir con las garantías exigidas por los países compradores.
h) Establecer las normas para el funcionamiento y aprobación de las empresas certificadoras.
i) Definir las funciones indelegable del Estado para que pueda actuar con celeridad, eficiencia y transparencia. Con la aplicación de un programa nacional se obtendrán resultados importantes en varios eslabones de la cadena. Entre ellos, un aumento de los ingresos por exportaciones por cantidad y calidad y un incremento en los puestos de trabajo en el campo y en la industria. Asimismo, podrá lograrse un avance importante en el combate a la faena clandestina y la lucha contra el abigeato y una reducción significativa de la evasión y, por lo tanto, de la competencia desleal.
Para la implementación de un programa como el descripto, se deberían analizar determinados incentivos hasta que el mismo se generalicen todo el territorio. El Gobierno debería permitir descargar el costo de la identificación inicial del impuesto a las ganancias.
Y las provincias deberían incentivar la aplicación, permitiendo descontar la inversión del impuesto inmobiliario. A su vez, se podría incentivar a los invernadores a llevar a más peso sus novillos, permitiendo descontar del impuesto a las ganancias. Esta sería la forma más adecuada para tener mayor cantidad de carne y de la mejor calidad para los países más exigentes.
Recuperar los estándares sanitarios internacionales y contar con un creíble y respetado sistema de trazabilidad es la base principal para vender nuestros productos en el mundo. Está en nosotros hacer los cambios.
El autor es productor agropecuario.
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