La semana del campo. Un nuevo paro agropecuario, con una pifia y una sorpresa
Si hasta el momento la protesta del campo era la más larga e intensa de la historia, ahora se sabe que durará por lo menos los dos años y medio que restan del mandato de Cristina Kirchner.
Los optimistas se quedaron a oscuras. Y los que creían que después de las elecciones legislativas llegaría un diálogo maduro entre el campo y el Gobierno acaban de bajarse de sus ilusiones. El nuevo paro agropecuario, dispuesto por la Comisión de Enlace con el cese de la comercialización de granos y hacienda, fue su última estación.
Los dirigentes dialoguistas se quedaron esta semana sin argumentos ante los sectores más duros del campo. Carbap y algunos sectores de la Federación Agraria llevaron la voz cantante. El Gobierno disparó con munición gruesa.
El veto presidencial que dio por tierra con la eliminación o reducción de las retenciones a los granos que beneficiaba a 37 distritos bonaerenses castigados por la sequía fue el detonante de la decisión de ir al paro. La norma estaba en el marco de la emergencia agropecuaria y había resultado aprobada, en ambas cámaras, por unanimidad. ¿Es posible que ningún legislador oficialista conociera lo que estaba votando?
El presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, Alberto Cantero Gutiérrez encontró un argumento contundente como para contradecir a aquellos que venían afirmando muy sueltos de cuerpo que el Congreso funciona como una escribanía del Ejecutivo. Confesó: "si hubiera leído el proyecto, esto no hubiera pasado. Cometí una pifia". Se sabe que en las escribanías por lo menos es obligatorio leer hasta la última coma.
Pero el veto no fue lo único. Durante la semana sobrevolaron dos nuevas amenazas para el negocio de los productores aunque sin concretarse todavía.
Sonó fuerte la versión de una reunión entre el ex presidente Néstor Kirchner y el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, en la que convinieron un aumento del 10% en las retenciones a la soja a cambio de una reducción en las de maíz y trigo. También provocó una movida de piso la iniciativa del oficialismo por aprobar una nueva ley de arrendamiento rural, apadrinada por la FAA (ver nota de tapa) con el objetivo de dividir al campo.
Por último, aunque silenciosamente, los productores comenzaron a sentir las presiones impositivas provinciales y municipales. Por caso, a los chacareros del partido de San Nicolás ya les llegó la cuota de conservación de los caminos rurales con un incremento del ciento por ciento con respecto a la que pagaron en enero.
Con este clima sumamente enrarecido se llegó al nuevo paro. El problema es que una vez cumplido su plazo de una semana, con mayor o menos acatamiento, nadie tiene una hoja de ruta de los futuros acontecimientos. ¿Más protestas que llegarán un mal día al corte de rutas?
Lo único que se sabe se sabe es que el proceso de polarización no deja de agudizarse. Blanco o negro, sin grises.
Según el ex presidente Kirchner "lo que reclamó la gente con su voto es ir más a fondo por el camino que se inició en 2003. Que profundicemos más aceleradamente el modelo". En su lógica no hay nada para cambiar, ni ningún rumbo que corregir. Con este marco de pensamiento, cabe preguntarse si la Presidenta no utilizará el veto, que acaba de estrenar, como una herramienta para gobernar durante los próximos dos años, una vez que pierda la mayoría en ambas cámaras.
Pero a los hechos relevantes de la semana es necesario agregar quizás el más inesperado: María del Carmen Alarcón, la líder de Pampa Sur, una férrea opositora al Gobierno, asumió en la recién creada Secretaría de Integración Nacional. La noticia causó una fuerte conmoción en el sector. Quién hasta hace pocas horas seguía confesando que opinaba al revés del gobierno en un 95% de los temas, quiere aportar ante la falta de soluciones y avances concretos.
La nueva dependencia fue una propuesta que acercaron la propia Alarcón y Miguel Saredi al jefe de Gabinete, que no tardó más de diez días en implementarla. Inspirada en un ministerio brasileño que el presidente Lula utiliza casi personalmente para destrabar conflictos de forma expeditiva, la jugada del team Alarcón-Saredi tiene, en principio, muy pocas posibilidades de éxito. Necesitan, como un insumo básico de su gestión, de grandes cantidades de poder político. Y en el kirchnerismo este insumo se encuentra recontraconcentrado (tomado de la jerga santafecina) De no obtenerlo, el destino es bien conocido: descansarán junto a una larga lista de funcionarios de total opacidad y buenas intenciones.
Pero, quién sabe. Quizás entre tanto blanco o negro un poco de gris no venga mal como para bajarle un tono al conflicto.
Resumen
150 millones de dólares
Son las pérdidas estimadas por el paro de las terminales portuarias
La frase
"Los censos se manipulan siempre que hay que esconder algo. Ahora el Gobierno esconde las malas noticias"
Eduardo Buzzi
Presidente de Federación Agraria
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