Un selectivo mercado de campos
El mercado de campos es un claro indicador de que el sector agropecuario nunca resulta ajeno a las crisis financieras globales. Aunque aún entrega un pulso estable, según Cristián Beláustegui, de Malabe Negocios Rurales, la actitud de los inversores, por ahora, está regida por un selectivo análisis.
Este año, detalló el operador, no pudieron superarse los valores del año último y señaló que en los últimos 15 días ha habido menos consultas. En cuanto a los precios consignó que no sufrieron modificaciones, aunque deslizó que en los próximos meses, debido a la relación valor de la tierra-rentabilidad, pueden bajar.
Consultado acerca de los efectos de la caída de los mercados bursátiles, Beláustegui, aclaró que la venta de campos estaba frenada desde antes, con la baja de las cotizaciones de los granos, o sea, uno de los principales incentivos para producir. No obstante, reconoció que cuando ocurre algo así -crisis financieras- el productor tiende a aplazar sus decisiones de compra.
"Los grandes inversores, en términos generales, cubrieron sus necesidades de campos. En este momento siguen en el mercado, pero con una mentalidad más fría y analítica", comentó.
Los arrendamientos, no obstante, evidenciaron un golpe mayor como consecuencia de que los pools de siembra están en franca retirada. "Los contratos para las próximas campañas ya están cerrados, pero llama la atención que existan campos sin arrendar; eso es inusual", enfatizó Roberto Frenkel de Bullrich Campos, al tiempo que agregó: "Igualmente la tierra no se puede parar, porque se pierde mucho más todavía".
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