Se trata de FMC Corporation, que adquirió BioPhero, dedicada a fabricar feromonas naturales para el control de plagas en cultivos extensivos
FMC Corporation, una empresa norteamericana dedicada al desarrollo tecnológico y a la innovación en protección de cultivos, compró BioPhero, una startup de Dinamarca que fabrica feromonas naturales para el control de plagas en cultivos extensivos. El monto de la transacción fue por US$200 millones.
Según indicaron en un comunicado, el acuerdo entre las compañías “incluye la tecnología de la startup, la propiedad intelectual y los acuerdos de suministro, mientras que todo el equipo de BioPhero también se unirá” a la empresa de los Estados Unidos.
“El traspaso se completaría hacia finales del tercer trimestre de 2022. Es un paso importante ya que los productos de BioPhero pueden integrarse a la oferta de agricultura digital y de insumos”, sostuvieron.
En este sentido, señalaron que la compañía danesa “viene trabajando en la investigación y desarrollo de feromonas de origen biológico para el control de plagas en maíz, arroz, soja y diversos cultivos extensivos”.
“Estas sustancias químicas naturales son vías de comunicación entre insectos. Por medio de una avanzada plataforma de fermentación de levaduras provenientes, principalmente de subproductos de la fabricación de aceites vegetales y azúcares, los está fabricando para el manejo de plagas claves”, informaron.
“El desarrollo de estas sustancias naturales tiene la ventaja de hacerse a bajo costo, de producirse en altos volúmenes y sin riesgos de generar resistencias ante recurrentes tratamientos insecticidas”, añadieron.
En esta línea, para Jimena Valech, gerente de Productos Biológicos para FMC Cono Sur, “las feromonas pueden ser usadas en un programa de control integrado de plagas, para controlar las poblaciones de insectos, interrumpiendo el proceso de apareamiento, reduciendo la postura de huevos y disminuyendo la población objetivo de la próxima generación”.
“Las feromonas no tienen impacto en el medio ambiente, promueven la biodiversidad y no afectan insectos benéficos, como polinizadores, ya que están dirigidas a plagas específicas”, destacó.