Caputo: un estrellato que crea suspicacias

Para ningún papel el "efecto ballottage" fue tan rentable como para Caputo, una acción de segundo orden entre las negociadas en la plaza local que es parte del panel general y vive horas de gloria en el mercado.

La constructora mostró una impactante revalorización de mercado tras las elecciones que confirmaron a Mauricio Macri en una segunda vuelta por celebrarse en 20 días. Incluso ayer su cotización cerró a $ 18,20, con lo que avanzó otro 27% y ya casi triplicó su valor respecto de los $ 6,70 que tenía antes de la rueda previa a la primera vuelta.

Su boom de mercado puede incomodar al candidato. El dueño de la empresa es Nicolás Caputo, un amigo personal a quien Macri le prestó $ 18,5 millones, según detalló en su última declaración jurada. Y la empresa fue varias veces contratada por el gobierno porteño, aunque aún no tuvo ni de cerca la preponderancia que logró en los últimos años su par de Santa Cruz Austral Construcciones (de Lázaro Báez) en la adjudicación de obra pública en toda la Patagonia.

¿Impulsa su precio la presunción de que podría obtener un beneficio similar? En el mercado creen que ese supuesto estuvo tras la explosión del papel en los días siguientes a la elección y se reflejó en la suba de $ 6,70 a $ 14,40 (115%) que mostró la semana pasada. Pero también comienzan a convencerse de que detrás del salto de ayer puede haber "otras cosas". "Si la idea del oficialismo es hacer campaña sucia es probable que entre los compradores del día haya quienes quisieron aportar a esa causa", observó un operador para quien ayer hubo movimientos "algo sospechosos".

Un mercado pequeño hace posible que unos pocos muevan precios a su antojo. Pero también debería permitir detectar si existen malas prácticas.