Cayó el superávit comercial por segundo año consecutivo
Fue de US$ 10.347 millones, 11% menos; las importaciones energéticas fueron claves
Los controles a la importación que impuso el gobierno nacional y que generaron reclamos del sector privado y controversias bilaterales con Brasil no fueron suficientes para revertir la tendencia: en 2011, por segundo año consecutivo, se redujo el superávit comercial de la Argentina.
Así lo informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que ayer publicó su informe sobre el intercambio comercial argentino el año pasado. Según ese informe, la diferencia entre todo lo que el país exportó el año pasado y todo lo que importó desde el resto del mundo arrojó un resultado positivo de 10.347 millones de dólares, 11% menos que el superávit alcanzado en 2010 y 39% más bajo que el récord de US$ 16.886 millones registrado en 2009.
La caída del superávit comercial se debió a que en 2011 las exportaciones crecieron 24%, mientras que las importaciones lo hicieron al 31%. Según expertos consultados por LA NACION, este dinamismo de las compras al exterior respondió, en gran medida, al aumento en las importaciones de combustibles y lubricantes, que pasaron de US$ 4474 millones a 9397 millones, es decir, un crecimiento de 110 por ciento.
"El aumento en las importaciones de combustibles y lubricantes pesó muchísimo en la caída del superávit comercial", dijo Mauricio Claverí, especialista en comercio exterior de la consultora abeceb.com. "En 2011, por primera vez la balanza energética fue deficitaria y para este año se espera una profundización de ese déficit." El año pasado, según el Indec, la diferencia entre las exportaciones de "combustibles y energía" (que cayeron 1%) y las importaciones de "combustibles y lubricantes" arrojó un resultado negativo cercano a US$ 3000 millones.
Para Claverí, ese déficit se debió a que a nivel interno no se han enviado señales para invertir y producir combustibles. Con él coincidió Daniel Artana, economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), que dijo: "El Gobierno ha errado en la política energética y por eso el país ahora importa caro lo que podría producir barato".
Entre 2010 y 2011, las exportaciones que más crecieron (34%) fueron las de productos primarios. Por su parte, las manufacturas de origen agropecuario y las de origen industrial crecieron a tasas de 25 y 23%, respectivamente. Jorge Todesca, director de Finsoport, encontró en el tipo de cambio una explicación para ese fenómeno: "El atraso cambiario afecta la competitividad de las exportaciones industriales argentinas. En la actualidad, las únicas exportaciones competitivas que tenemos son las agropecuarias".
Todesca también se refirió al crecimiento del superávit comercial registrado en diciembre de 2011 frente al mismo mes del año anterior, y que se debió a que en el último mes del año pasado las importaciones registraron un crecimiento interanual menor al de las exportaciones: "En todo 2011, las importaciones crecieron 31% y en diciembre lo hicieron sólo al 11%. Más allá de un fenómeno estacional, esto se debió a la acción de la Secretaría de Comercio Interior [para frenar las compras al exterior]".
Previsiones
Para los economistas consultados, sin embargo, el mayor superávit registrado en diciembre no anticipa una recuperación del saldo comercial en 2012. Al contrario, Claverí, Artana y Todesca creen que este año el saldo comercial va a ser aun menor que en 2011.
Según las estimaciones de los tres expertos, el resultado este año será entre 2500 y 4000 millones de dólares menos que el de 2011 (es decir, no llegará a los US$ 8579 millones previstos en el presupuesto de este año). Esto responderá, según los analistas, a la sequía que afecta a la producción de maíz y soja, pero también a la necesidad de seguir importando combustibles, que son esenciales para la producción interna.