CGC invertirá US$ 15 millones en exploración petrolera

En aquellas áreas marginales en que ninguna compañía energética de gran porte podría estar interesada quiere posicionarse la Compañía General de Combustibles (CGC), la petrolera del fondo de inversión Southern Cross. La firma adquirió la semana pasada en US$ 2,8 millones el 100% de Black Gold, controlada por el Deutsche Bank, y buscará petróleo y gas en Laguna de los Capones, Santa Cruz. Invertirá 15 millones durante los próximos tres años en el proyecto.

"Nosotros perseguimos negocios que no interesan, por una cuestión de escala, a otras petroleras", dijo Diego Garzón Duarte, gerente general de la compañía. CGC, que abandonó un proceso de concurso preventivo hace seis meses, fue comprada el año pasado por Southern Cross, fondo de inversión encabezado por Norberto Morita, a Comercial del Plata, de Santiago Soldati. Ahora, Southern Cross tiene un 81% del control y Soldati, un 19 por ciento.

En la empresa calculan que el área, enclavada en la Cuenca Austral, podría tener entre 20 millones y 30 millones de barriles de hidrocarburos como reservas. Garzón Duarte, un contador público cordobés de 41 años, afirma que el otro objetivo de mediano plazo es la Cuenca Neuquina.

Los precios internacionales del petróleo, actualmente en niveles históricos -el barril cerró ayer por sobre los 67 dólares en el mercado de Texas-, son un incentivo para explorar, aunque en la empresa relativizan estos efectos. "La verdad es que a la Argentina -afirmó Garzón Duarte-, con las retenciones a las exportaciones, no llegan esos precios. Para nosotros es lo mismo que estuviera más bajo. Esperamos que el Gobierno adopte, en algún momento, una forma de incentivar la exploración bajando retenciones." ¿Cree que eso puede ocurrir?, insistió LA NACION. "Uno nunca pierde las esperanzas", replicó.

En la compañía piensan que, desde el punto de vista del negocio, sería lo mismo encontrar gas o petróleo. Aun cuando el gas tiene sectores de precios regulados, como la distribución y el transporte, todavía muy por debajo de los valores del resto del mundo. "Es que ahora la situación del gas es otra -explicó Garzón Duarte-. Hace cinco años, encontrar gas en la Argentina era un problema. Hoy es al revés porque la demanda creció mucho. Si uno dijera, por ejemplo, que tiene un millón de metros cúbicos para vender, lo vendería seguro, a un precio muy interesante, porque no hay. Si uno consigue gas en el Norte, hay exportadores que lo podrían pagar a tres dólares el millón de BTU, mientras que en la distribución está a 40 centavos."

Problemas ambientales

Aun así, cree que el Gobierno debería diferenciar entre los usuarios de mayores recursos económicos y los más pobres. "Me consta que la Secretaría de Energía y el Enargas [Ente Nacional Regulador del Gas] están buscando diferenciarlo. No puede ser que exista esta transferencia de pobres a ricos en el precio. Está beneficiándose al que puede pagar más: eso es inconcebible desde el punto de vista económico. No digo que se pague a 10 dólares el millón de BTU, como en otras partes del mundo, pero sí que no sea lo mismo para un sector que para otro. Yo creo que habrá un 2006 más equitativo desde esa óptica."

La compañía aguarda resolver un problema en el bloque 23 de la selva ecuatoriana, en Sarayacu, donde debió interrumpir la exploración por quejas de una comunidad aborigen. Los habitantes de la zona afirman que la incursión de la empresa provoca daños ambientales y las operaciones de CGC han quedado paralizadas tras haber invertido allí 15 millones de dólares desde 1996 hasta hoy.

"El gobierno ecuatoriano debería buscar una solución -dijo el ejecutivo-. Invertimos 3 millones de dólares, el 40% del costo de un pozo, en un impacto ambiental que dio bien. Creo que nos están trasladando la solución de problemas de salud que no son nuestros. ¿Cuánto tiempo estamos dispuestos a esperar allá? Depende del gobierno". ¿Por qué no se van? "Confío en que vamos a poder hacer la inversión."