Chile y Perú no rivalizan con el Atlántico
El vicecanciller de Perú, Fernando Rojas Samanez, quiere quitarle el sentido de rivalidad a la Alianza del Pacífico con el Mercosur, pese a que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, destacó en la reciente cumbre de Cali que su alianza no tenía prejuicios ideológicos, excesiva burocracia ni tics proteccionistas, sino que respetaba el Estado de derecho, la separación de poderes, el libre comercio, la propiedad privada y fomentaba la inversión extranjera y la competencia. "Yo no encuentro justificación para hablar de rivalidad -dice Rojas-. Cada uno responde a los intereses de sus países. La alianza es un mecanismo de integración profunda. El objetivo es tener área de libre circulación de bienes, personas, capitales y servicios, a partir de los TLC existentes. No hay interés por negociar como bloque acuerdos con otros países."
Rojas dice que no opina sobre "la política de la Argentina y Brasil y sus necesidades de inserción internacional". Cuando se le pregunta por qué su país optó por la alianza y no por el Mercosur, responde: "Perú desde hace 15 años apostó a un regionalismo abierto porque corresponde a nuestros intereses, a nuestra estructura productiva, que es variada, con materias primas, productos agroindustriales y textiles, y esto nos permitió resultados muy positivos, como la reducción de la pobreza a la mitad, menos desigualdad social. Ciertamente nuestra estructura productiva es diferente de las de la Argentina y Brasil".
El director general de Relaciones Económicas Internacionales de Chile, Alvaro Jana, también se preocupa en transmitir el mensaje de que la alianza no quiere competir con el Mercosur: "No surge ni hemos negociado nada para directa o indirectamente excluir a ningún país o región, entre los cuales se encuentra el Mercosur. En la Alianza del Pacífico coincidimos desde el punto de vista comercial y económico, somos países de gran apertura comercial, políticas macroeconómicas parecidas y lazos con Asia-Pacífico".
Para explicar que el proceso es "apolítico", Jana afirma que no hay declaraciones cuestionando a otros países. "El interés es generar un área de integración profunda, libre movimiento de capitales, servicios, personas y no solo mercaderías -agrega-. No es un proceso de integración tradicional porque incluye diversas áreas; cualquier país que quiera sumarse, bienvenido sea. Si un país entiende que no puede sumarse, puede asumir proyectos específicos. España es observador, pero no va a ser miembro pleno. Solo países pueden ser observadores, y no organizaciones. Nosotros no invitamos a Uruguay. No competimos con el Mercosur por la inversión, ya recibimos mucha, pero queremos recibir más. También aspiramos a comerciar más entre nosotros. Hemos avanzado muy rápido y eso generó atracción".
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