China suma presión a los emergentes
La Bolsa porteña acentuó ayer su tónica bajista afectada por el clima externo y por la cautela que guía los pasos de los inversores locales a la espera de mayores novedades que surjan del escenario preelectoral.
Todo se dio en un clima de negocios enrarecido para las inversiones más ligadas al riesgo en general, ante el derrumbe del 8% de la Bolsa en China, en la que fue su peor jornada de negocios en 8 años. Semejante derrape genera inquietud, en especial porque se sabe que unos 90 millones de chinos abrieron cuentas y compraron papeles para tratar de subirse al boom de ese mercado en los últimos años y, muchos de ellos, lo hicieron tomando créditos. Ahora que esa burbuja amaga con explotar, el efecto pobreza puede ser gravoso para esa economía.
"Lo que vimos ayer es una prueba más de una burbuja que se pincha", describió el analista de Fimades, Luis Palma Cané, que, por los riesgos que este tipo de correcciones suponen para esa economía, vaticina "nuevas intervenciones de los entes reguladores" para tratar de que el aterrizaje sea más suave.
Los más afectados son los emergentes: no sólo deben lidiar con un dólar robustecido (ayer se filtró un informe en el que la Fed casi confirma que tocará la tasa en el IV trimestre), sino que, además, soportan el riesgo de que el mayor comprador de commodities deba recortar su demanda. De allí que los precios de las materias primas y las divisas emergentes acentúen su debilidad.
El saldo en la plaza local fue otra caída cercana al 3% del Merval, que quedó próximo a perforar los 10.500 puntos, con Petrobras (-8%) como principal lastre. En tanto, y pese a que se sostienen las ventas oficiales para tratar de voltear al "contado con liqui", los bonos de la deuda en dólares cerraron mixtos.