Brasil, motor regional
Tracciona la economía latinoamericana con su estrategia de diversificación de mercados. La importancia política de la región y la innovadora incursión en Africa
RIO DE JANEIRO.- Brasil, el motor económico de América del Sur, fue uno de los países que mejor supo atravesar la crisis económica mundial del año pasado y hoy ha logrado recuperar mucho del terreno perdido en el comercio exterior, sobre la base de diversificar sus mercados, con la mirada especialmente puesta en Asia.
"Brasil tenía una exportación muy concentrada en Europa y en Estados Unidos, pero hoy nuestras exportaciones para países en desarrollo ya alcanza el 55% del comercio exterior", señaló a La Nacion el secretario de Comercio Exterior brasilero, Welber Barral.
"Siempre fue una prioridad para nosotros diversificar mercados. No queremos dejar de lado ni el mercado estadounidense ni el europeo ni el Mercosur, pero es inevitable que el centro dinámico de importaciones está en Asia y otros mercados emergentes", apuntó el funcionario desde Brasilia.
Desde 2003, cuando asumió Lula, el comercio exterior brasileño viene disfrutando de un notable crecimiento. En 2005, por ejemplo, se exportaron productos por US$ 118.000 millones, y en 2008 se llegó a los US$ 198.000 millones, para caer luego, el año pasado a US$ 153.000 millones. Y este año, esperan alcanzar los 180.000 millones. El cambio fundamental fue que China pasó a ser el principal destino de sus exportaciones, dejando atrás a Estados Unidos y a la Argentina; Asia, como bloque, superó a la Unión Europea y al Mercosur en la compra de productos brasileños.
Materias primas
"El problema es que nuestras exportaciones para China están muy concentradas en commodities, principalmente hierro y soja", apuntó Barral, que explicó que junto al gobierno de la Argentina, Brasil está trabajando para intentar diversificar sus exportaciones a China.
Actualmente, los productos básicos conforman el 43,4% de las exportaciones de Brasil, frente al 40,5% de los productos manufacturados. Con la recuperación económica, sin embargo, este año Brasil logró aumentar las exportaciones de productos manufacturados para América latina y diversos países africanos.
"Africa se ha vuelto un mercado interesante, tanto de productos manufacturados como de servicios, principalmente en servicios de construcción civil, y ahora bancos. Históricamente, los destinos eran los países lusoparlantes, Angola y Mozambique, pero han aumentado nuestros intercambios con Sudáfrica, Argelia, Libia y Egipto", destacó Barral.
"De más está decir que el Mercosur no sólo es una prioridad comercial, sino también económica y política. Estamos invirtiendo mucho en la integración productiva; crear redes de producción verticales en la región", subrayó Barral. "Con la Argentina estamos además trabajando en la producción para terceros mercados, inclusive para China", agregó.
Por otra parte, el gran gigante asiático se convirtió en el primer semestre de este año en el principal inversor extranjero en Brasil. Las fichas chinas se volcaron a tierras, minas, exploración de gas y también al sector siderúrgico. Y uno de los desafíos de Brasil hoy es que China está básicamente invirtiendo aquí en productos que tienen interés para ella.
"Las inversiones chinas en Brasil hoy están centradas en la generación de materias primas exportables que serán utilizadas para la producción de bienes finales en China", indicó a La Nacion el vicepresidente de la Asociación de Comercio Exterior de Brasil, José Augusto de Castro.
Política china
La política de China es generar el máximo de empleo dentro de su país; usa la inversión exterior para garantizarse las materias primas que necesita para aumentar sus niveles de producción, explicó el analista, con base en Río de Janeiro.
Para muchos, ese tipo de inversión no es verdaderamente productiva. De Castro advirtió que depender demasiado de la exportación de commodities es riesgoso. Cualquier situación internacional que provoque una reducción en la demanda de productos básicos tendrá un impacto automático en la economía brasileña.
Por otra parte, uno de los principales problemas que enfrentan los exportadores es la tasa de cambio, que vuelve muy cara la inversión aquí.
"Exportar con un dólar a 1,72 o 1,74 es carísimo. Las exportaciones brasileñas de manufacturas perdieron terreno porque no tenemos precios competitivos. Es claramente uno de los principales retos del próximo gobierno", afirmó en referencia a las elecciones del 3 de octubre.
E identificó otros obstáculos: un sistema tributario arcaico, con altos impuestos y costo financiero, una poderosa burocracia y carencias en infraestructura.