Carlos Peralta: “El Estado tiene que ser socio del empresariado”
El subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales bonaerense habló de la importancia de resignificar el rol del Estado; el futuro del Puerto La Plata
Carlos Peralta, subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología de la provincia de Buenos Aires, cumplirá 32 años el mes próximo. Nació en Bahía Blanca pero se define como "bahiense no practicante" porque aunque su DNI diga que nació ahí y la familia materna sea de aquellos pagos, el origen de su padre (porteño) lo mantuvo alejado de Bahía.
Cuando tenía 14 años, la familia se mudó a Brasil por razones laborales –su papá, diplomático, fue trasladado a la embajada en Brasilia–. Dice que fue esa experiencia la que lo acercó al mundo de las relaciones internacionales, especialización que empezó a estudiar algunos años más tarde en la Universidad del Salvador. Aunque los planes iniciales apuntaban a la diplomacia, el final de la carrera lo encontró trabajando junto con Gustavo Marangoni, por entonces asesor de Daniel Scioli en la vicepresidencia de la Nación, y actual presidente del Banco Provincia.
Antes de llegar a la subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales del ministerio que dirige Cristian Breitenstein (otro bahiense), en 2011, Peralta tuvo experiencia en el sector privado: trabajó en el Banco Santander y en un call center dedicado a auxilios mecánicos.
"Todo aporta. Trabajando en un call center aprendés a ser más paciente, a tratar con la gente cuando está nerviosa. En la Subsecretaría estamos todo el tiempo hablando con empresarios, chicos y grandes. Estamos muy cerca de su realidad. Siempre trato de escuchar, aprender y ver cuáles son las problemáticas que van teniendo. Si uno sabe escuchar, aprende muchísimo", comenta.
¿Cuál es el balance entre lo que querías hacer cuando asumiste y lo que dejarás el 10 de diciembre? ¿Cuáles son los logros personales que te llevarás y cuáles las frustraciones?
–Como todo, es un proceso de aprendizaje. No lo digo en términos personales sino en el sentido de que las políticas públicas se tienen que ir adaptando a las distintas coyunturas. Creo que estamos entendiendo este proceso que vivimos los últimos 12 años donde la necesidad de acompañar a los empresarios y de resignificar el rol del Estado como un socio del empresario lleva su tiempo y lo seguirá llevando. De hecho es uno de los grandes temas en los que hemos trabajado: de qué manera ser más transparentes y divulgar las herramientas que tenemos a los empresarios y productores de la provincia, que es muy extensa, desde lo financiero a la participación en ferias y misiones comerciales.
Trabajamos buscando dar un rol más dinámico al Estado. Si bien somos la Subsecretaría de Relaciones Internacionales, para mirar para afuera también hay que mirar para adentro porque podemos estar en muchas ferias y armar misiones comerciales o como país buscar acuerdos que nos beneficien en términos arancelarios, pero si después no tenemos un entramado productivo que acompañe esa demanda, es complejo. Y eso nos pasa bastante.
A la hora de resaltar los aspectos positivos de gestión que dejará como herencia a su sucesor, Peralta destaca los programas de capacitación que coordinan junto con municipios, fundaciones privadas (como la Fundación Credicoop y Gas Natural Fenosa), las universidades (como la de 3 de Febrero y La Matanza) y diferentes cámaras sectoriales y empresarias.
¿Resignificar el rol del Estado como socio facilitador de la actividad privada es una manera de diferenciarse del gobierno nacional? Buena parte de los empresarios se queja del incremento de medidas para operar en comercio internacional. ¿El gobierno de Scioli es parte del kirchnerismo?
–¡Es obvio que somos parte del kirchnerismo, del peronismo y del Frente para la Victoria (FPV)! A veces me cuesta explicarlo porque es redundante recordar que Daniel (por Scioli) fue vicepresidente de Néstor (Kirchner), y dos veces gobernador dentro de este espacio. Pero eso no significa que haya uniformidad. El FPV es un espacio con distintas expresiones donde tenemos en claro dónde están los consensos y cuáles son las líneas de acción que hay que continuar. No soy ajeno a esas problemáticas que mencionás. Estamos en contacto con las empresas y permanente tratamos de encontrar soluciones para algunos problemas que se pueden dar, pero también tenemos que ser justos y decir que venimos de 2001, con una crisis que más que económica, fue social. Y que se ha avanzado mucho en términos de inclusión y de ir resolviendo a nivel macro un tema importante como la crisis de la deuda.
Es evidente que tenemos problemas, pero si los comparamos con la herencia que dejó Menem a la Alianza, y la Alianza al proceso que vivimos en 2001, lo de ahora no es una bomba. Es una situación que tiene sus complejidades, buena parte de las que ya comenzaron a resolverse. A los que le piden definiciones a Scioli, lo único que les digo es que miren la provincia.
Si hay algo en lo que Scioli es especialista es en no dar definiciones.
–¿Y está mal eso?
Hay momentos en lo que hay que definirse. ¿Scioli es el candidato del kirchnerismo? Cuando Kicillof dice "no estamos preparando una bomba porque no queremos ir, nos queremos quedar", ¿quién es el candidato?
–Este Gobierno es el que creó las PASO y devolvió las internas a nuestro sistema democrático. El gobernador sabe de eso porque si bien en su primera experiencia política fue acompañado por Menem, no lo pusieron en ningún cargo, él fue y disputó una interna para ser diputado nacional, y después fue cumpliendo con todos los pasos. Ahora ocurrirá lo mismo. No estamos haciendo alianzas con una estructura como la está haciendo el macrismo, estamos dentro del peronismo donde Scioli es uno de los candidatos que mejor mide y donde habrá una definición por internas. Pero insisto, miren a la provincia.
¿Qué es lo que hay que mirar?
–Él es claro y dice lo que hará, ocurre que lo dice de una manera –y por eso lo valoro y acompaño– para tratar siempre de tender puentes, abrir puertas. Es un convencido de que hay que unir y juntar esfuerzos. La política es la administración de un recurso finito, bastante finito en la provincia (sonriendo), porque cuando uno ve el presupuesto por habitante es muy inferior al de la Ciudad, por ejemplo. Hay que mirar todo lo que hemos hecho en el distrito.
Obviamente, faltan un montón de cosas, pero el próximo gobernador se encontrará con una provincia equilibrada económica y financieramente, la más desendeudada en la historia tanto interna como externamente en términos del porcentaje de deuda con el PBI; en equilibrio fiscal. Con lo que recauda de manera autónoma puede sostener la estructura del distrito que son más 600.000 empleados públicos.
¿Eso permite que si el Gobierno se enoja y no gira fondos no haya problemas?
–Eso permite trabajar en un montón de cuestiones, en empezar a dar soluciones definitivas a muchos de los problemas como por ejemplo el de la seguridad.
¿Qué dejará la gestión de Scioli para el productor bonaerense?
–En términos macro, el equilibrio fiscal que se dio con una importante reforma fiscal impositiva. La creación de ARBA hizo más eficiente el sistema recaudatorio y eso permitió, cuando hablo de que el Estado tiene que ser un socio del privado y trabajar la competitividad sistémica…
¿Cómo se traduce eso?
–Traducido es la Ruta 6 que se había prometido durante 30 años, que hoy se están inaugurando todos los tramos y que quedará lista en forma de autovía uniendo el puerto de Zárate con el Puerto de La Plata, lo que descomprimirá el área metropolitana. Tiene que ver con la obra de US$400 millones en el Puerto de La Plata haciendo un puerto de aguas profundas que descomprimirá el Puerto de la Ciudad. Se trata de la mayor inversión portuaria de la provincia de Buenos Aires en 50 años y nos deja con una capacidad operatoria para Super Post Panamax, de dos barcos a la vez. Eso no es una obra sólo para la provincia, sino para la Argentina. Cuando vemos cómo se hizo eso nos damos cuenta de que fue a través de una asociación público-privada, con una inversión externa, porque la provincia pudo generar el contexto adecuado de previsibilidad y responsabilidad.
El puerto está inaugurado, pero falta carga. ¿Cómo se atrae al sector privado para que empiece a operar allí?
–Falta la carga porque estamos viviendo un contexto económico mundial en el que ha caído el movimiento de contenedores. La obra está lista, están los operadores y están negociando con las cargueras para que se pueda utilizar. El sistema logístico también se tiene que acostumbrar a esta situación.
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