Crece en el mundo la demanda de servicios profesionales
La economía del conocimiento se expande a partir de la revolución tecnológica que provocó la pandemia; en la Argentina, la brecha cambiaria, el 5% de retenciones y la falta de acuerdos con otros países para que los impuestos no se dupliquen complican a las empresas
La pandemia demostró que la economía del conocimiento es tan sólida que puede soportar el fuerte impacto del parate productivo que comenzó en 2020 con sus consecuencias en 2021.
Aquello que se discutía en congresos y encuentros empresarios y que parecía tan lejos, con el homeoffice y la digitalización de productos y servicios a la cabeza, se aceleró exponencialmente. Las empresas y organismos estatales tuvieron apenas unos días para acelerar el cambio hacia lo digital para no perder mercados y clientes, y también los gobiernos tuvieron que ponerse al día para que el aparato burocrático estatal pudiera seguir brindando servicios esenciales.
Sergio Kaufman, presidente de Accenture Argentina, afirma que, en el mundo, “lo que hizo la pandemia en el comercio internacional de servicios, tanto en lo tecnológico como en la administración, recursos humanos y servicios profesionales, fue acelerar la tendencia. Lo que iba a pasar en 10 años sucedió en uno. Existe una demanda insatisfecha en todo el mundo de servicios de profesionales. Estamos hablando de oportunidades laborales para muchas miles de personas, que la Argentina podría aprovechar”.
La brecha cambiaria supera el 70%, los derechos de exportación restan el 5% del valor facturado y la falta de acuerdos de doble tributación pueden llegar a implicar retenciones de más del 20%
A la hora de exportar servicios basados en conocimiento, según el informe Argenomics, realizado por Argencon, la entidad que nuclea a empresas prestadoras de servicios, éstos cayeron 6,5% en 2020 en el país. “La Argentina no pudo aprovechar su potencial en esta materia, mayormente por los derechos de exportación que gravan los servicios del conocimiento y por la brecha cambiaria (que hoy supera el 70%). De haber evolucionado nuestras exportaciones al ritmo de la media mundial, hubieran representado un ingreso incremental de US$12,5 mil millones en la segunda década del siglo. Sin embargo, hubo una caída del 6,5% anual de las exportaciones, a pesar de que la tendencia global y regional se mantiene positiva, con un crecimiento de entre el 6 y el 8% anual”, analiza la entidad.
Estado de situación
Desde el informe técnico Cuentas Internacionales, elaborado por el Indec, se puede ver un registro numérico del sector. El intercambio comercial de servicios fue de US$4485, un 43,3% fue por exportaciones, con una caída del 46% y un 56,8% por importaciones, que también cayeron un 41%.El saldo de servicios del primer trimestre de este año fue deficitario en US$612 millones. Hubo una baja de US$84 millones con respecto al mismo período de 2020.
La exportación de servicios se estimó en US$ 1936 millones y la importación en US$ 2548 millones. Todo esto significó una baja con respecto al mismo trimestre de 2020 de US$1678 millones y US$1762 millones respectivamente,
Este resultado se explicó principalmente por la caída en los viajes, tanto de negocios como personales. Pero no es lo único que cayó. Algunos ejemplos, siempre del primer trimestre del año:
●Cargos por el uso de propiedad intelectual: tuvieron un déficit de US$243 millones, US$2 millones superior con respecto a igual trimestre del año anterior. En este rubro se pierde sensiblemente contra todos los países. Por ejemplo, de Estados Unidos la Argentina recibe US$19 millones, pero paga US$129 millones, o de Paraguay recibe 0, y paga US$13m millones. Aquí hay un trabajo para hacer importante relacionado con la propiedad intelectual, la investigación y la obtención de patentes.
●Telecomunicaciones e información: presentaron un saldo positivo de US$91 millones, pero implicó una baja de US$86 millones con respecto a igual trimestre del año anterior. “Este resultado se explica principalmente por el incremento de los egresos netos de los servicios informáticos (principal componente del rubro)”, informa el Indec.
●Otros servicios empresariales: hubo un superávit de US$185 millones pero una caída de 40% con respecto al mismo trimestre del año anterior. Esto se explica por la baja en los ingresos de servicios profesionales y de consultoría en administración de empresas.
Así, se ve que viajes y turismo, que se cuenta como servicio y obviamente sufrió las consecuencias de la cuarentena, tuvo una disminución pronunciada, con caídas entre el 85 y el 96%, pero no fue lo único que disminuyó.
Algunas causas
“La exportación de servicios desde la Argentina está afectada por factores de la macroeconomía que impactan directamente en el resultado de las operaciones: la brecha de cambios, los derechos de exportación y en muchos casos la falta de acuerdos de doble tributación con países de destino”, afirma Luis Galeazzi, director ejecutivo de Argencon. “La suma de todos esos factores es muy significativa. La brecha cambiaria supera el 70%, los derechos de exportación restan el 5% del valor facturado, y la falta de acuerdos de doble tributación pueden llegar a implicar retenciones de más del 20%”.
Para el especialista en la economía del conocimiento, esta situación produce al menos tres efectos: muchos mercados extranjeros no son abordables por nuestros exportadores, algunas empresas diversifican sus operaciones fuera de la Argentina para operar en el exterior sin estas restricciones, y el mercado laboral se complica porque los empleados están tentados a trabajar directamente para el exterior cobrando en moneda dura fuera del país.
Desde la Argentina para el mundo, dar servicios de administración y Recursos Humanos, tiene más demanda de la que se puede satisfacer
“La consecuencia agregada de estos factores es que las exportaciones de servicios basados en conocimiento vienen cayendo desde hace 3 años, a pesar de que la calidad de los servicios producidos sigue siendo de alta”, agrega Galeazzi.
Más trabajo
Sin embargo hay grandes empresas como Accenture que, por razones de expertise y también de escala se encuentran hoy con “cientos” de posiciones abiertas para brindar este tipo de servicios al país y al mundo. “Todo currículum que recibamos será analizado”, afirma Sergio Kaufman.
“Hemos crecido fuertísimo y vamos a seguir creciendo. Hoy tenemos más de 11.000 profesionales y la perspectiva es seguir incorporando gente. A partir de la pandemia tomamos un volumen muy alto de personas. Hubo dos o tres meses estables en cuanto al nivel de trabajo, marzo, abril y mayo de 2020, y a partir de mitad de 2020 hasta ahora no crecemos más porque no tenemos la capacidad de incorporar personal más rápido”, asegura.
El presidente de Accenture analiza las especialidades que se necesitan y que, en algunos casos, no se consiguen fácilmente, como por ejemplo aquellas relacionadas con la tecnología. La ciberseguridad, por ejemplo, tiene altísima demanda, no solo en la Argentina sino también en el exterior. Lo mismo sucede con la monetización de datos. “La información es valor. Cómo se genera ese valor a través de datos y de la inteligencia artificial es muy importante”, comenta Kaufman.
¿Cuáles son las profesiones no tecnológicas más requeridas? Hoy, en el candelero, están las más tradicionales como contadores, licenciados en Recursos Humanos y recibidos de Administración de Empresas. “Desde la Argentina para el mundo, dar servicios de administración y recursos humanos, tiene más demanda de la que se puede satisfacer”, agrega.
Pero también surgió la sociología dentro de las necesidades de estas grandes empresas que brindan servicios al exterior. “Todo lo que es diseño de experiencia, que es un área de demanda en la Argentina y en el mundo fuertísima, necesita profesiones que no son las tradicionales que uno asociaría con una firma de servicios profesionales. Aquí las profesiones blandas son necesarias. Cuando se diseña una experiencia de una persona, para hacer alguna compra, por ejemplo, hay un trabajo sobre cómo se siente y cuán fácil le hacés la vida. También está el cliente interno… La sociología entonces trabaja la experiencia de las personas en su vínculo comercial con la empresa”.
Estados Unidos y Europa tienen alta demanda de servicios de la Argentina, aunque, según precisa el Indec, se importa más de lo que se exporta a todos los países con los que existe intercambio comercial. Brasil, por su parte, el principal socio comercial de la Argentina en materia de bienes, ocupa el segundo lugar en servicios, detrás de Estados Unidos y por delante de Alemania, el Reino Unido y España.
Es por esto que desde las empresas no se cansan de explicar que la enseñanza del inglés debe priorizarse en el sistema educativo. Piden que se parta de un nivel determinado, para luego terminar de entrenar a los profesionales en el lenguaje más específico.
Las oportunidades existen, tanto a nivel global como local. Sin embargo, Galeazzi hace referencia a un fenómeno que debiera revertirse para que haya lugar para todos, y es que a las empresas chicas, con las complejidades de la brecha cambiaria más las dificultades internas relacionadas con la macroeconomía, tienden a desaparecer o a ser compradas por las más grandes ya que solas no pueden soportar los costos.
Kaufman, por su parte, dice que es optimista en cuanto al crecimiento del sector en los próximos años, y deja un mensaje para “los jóvenes que están medio desilusionados”. “Hay trabajo en blanco, de calidad, con buena proyección en el presente y en un futuro próximo”, asegura.ß
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