Arándanos. Los berries de sangre azul, en su reino
Calidad y contra estación son la clave para ingresar en los mercados de frutas y verduras de exportación. Los arándanos, o berries de sangre azul, encontraron su nicho en otras mesas.
La producción nacional avanza al ritmo de las necesidades de mercados internos y externos que los reclaman, especialmente los consumidores norteamericanos, "porque desde hace casi una década -señala la ingeniera agrónoma Marta Divo de Sesar, de la cátedra de Producción Vegetal de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires- no existen restricciones fitosanitarias para ingresar en el siempre atractivo circuito comercial y, a pesar de la exigente competencia de Chile (principal productor del hemisferio sur), la fruta local viene ganando prestigio por calidad".
Los frutos del bosque, como suelen llamarlo los europeos, adquirieron con sus propiedades nutricionales otra relevancia cuando se lo comenzó a reconocer como una "pequeña fuente de juventud". En sus racimos hay antioxidantes que estimulan las funciones cerebrales, elementos que colaboran en la reducción del colesterol, activan el sistema circulatorio, actúan en la prevención de enfermedades asociadas a la diabetes, a los trastornos de la visión y, además, son ricos en fibras.
Todo esto lo vio el Grupo Hathor SA, integrado por tres empresas -Hathor Agropecuaria, Pop Company y Nice Berry-, que, con una fuerte vocación internacional redimensionó la producción de cultivos diferenciados, apoyándose en innovaciones tecnológicas, personal altamente calificado y flexibilidad para adaptarse a las necesidades del cliente. El año pasado exportaron por medio de una comercializadora y ahora lo hacen por cuenta propia, principalmente a Estados Unidos y también a Europa y Brasil.
Los arándanos argentinos, sin dudas, vienen ganando espacios en el comercio y van por más.