Marcela Cristini: "Los exportadores deben tener un microclima más estable"
Un tipo de cambio competitivo, una presión impositiva razonable, una logística interna eficiente en cuanto a costos son algunos de los componentes clave que analizan los empresarios para exportar. La economista de FIEL, Marcela Cristini, asegura que, si se dan estas condiciones, entre otras, la Argentina tiene una buena perspectiva, pero que es imprescindible asegurarse de que los sectores que más divisas generan para este país no enfrenten obstáculos.
Recientemente desde FIEL se publicó su artículo, en colaboración con el economista Guillermo Bermúdez, llamado "Las exportaciones agropecuarias: será fundamental su contribución a la salida económica de la pandemia", donde dice que "aunque enfrenta obstáculos internos como las retenciones y las dificultades logísticas, este año volverá a mostrar su capacidad de proveer actividad, empleo y divisas al país en condiciones difíciles".
La experta también advierte que se deben recuperar las pymes exportadoras y ayudarlas con un política económica diferenciada.
P– ¿Qué políticas podrían favorecer que exportemos mas?
R–Cuando asume este gobierno, arma una política para resolver la renegociación de la deuda externa, entre otros temas. Pero ahora todo cambió. Estamos frente a una economía post pandemia que tiene que recuperarse y la salida es exportadora. Es prioritario entonces que las cadenas exportadoras de la Argentina estén saludables. Para ello, se debe revisar la presión impositiva. Por ejemplo, hay que evaluar si las retenciones son un beneficio para el país o un problema, porque lo que se necesita ahora es exportar rápido para traer divisas. Es muy importante incentivar a las exportaciones, y para esto el tipo de cambio debe ser remunerativo. Hoy está en peores condiciones que cuando se establecieron las primeras la políticas públicas de este gobierno.
P–¿Cuál es la situación de las pymes exportadoras en el país?
R– Teníamos muchas pymes exportadoras, sobre todo a América Latina, pero a partir de 2011 fuimos las fuimos perdiendo. Quizás a partir de la salida de esta crisis haya una oportunidad para volver a encarar la promoción activa de exportaciones de las pymes. Ahora venden al mercado interno, pero con otro esquema de incentivos quizás puedan volver a vender al mercado regional, algo que hay que recuperar.
P–¿Cómo ve a la Argentina?
R– No la veo mal en el sentido de sus capacidades intrínsecas. El problema es que, si se ven los picos y valles de la economía argentina en los últimos años es escandaloso. Así no se puede asumir el compromiso de ser una empresa exportadora porque se trata de un negocio muy exigente. Sin un horizonte de negocios es muy difícil que te comprometas a exportar. Hay que asegurarse de que los exportadores tengan un microclima mas estable que la economía. Para esto se deben combinar programas activos, bajar la presión impositiva y proveer un horizonte a mediano plazo, por lo menos. Por ejemplo, si importan bienes de capital, deben poder financiarlos bajo condiciones estables. Con una tasa variable no se puede planificar nada. Estabilizar a la Argentina va a llevar mucho tiempo. Cuidemos entonces a los sectores exportadores para que tengan una condición mas favorable.
P–¿Cuál es la situación de la exportación a nivel mundial?
R– El mundo está dejando de consumir por la pandemia. No hay prácticamente país en términos de demanda que no haya sido afectado. El producto mundial va a caer. Ya se venía sin mucho crecimiento. Pero el mercado de los alimentos es lo que primero va a recuperar. De hecho no cayeron mucho los flujos de comercio de alimentos básicos en enero y febrero, aunque sí hubo dificultades en el transporte porque estaba el problema de qué hacer con las tripulaciones cuando llegan al puerto. Pero ahora esto está solucionado.
P–¿La Argentina está bien posicionada entonces?
R– China comienza a recuperarse y es nuestro mayor demandante de alimentos. Quizás haya una caída menor de precios, pero respecto de otros productos y países estamos bastante bien posicionados en alimentos básicos. El sector agropecuario es un seguro para conseguir las divisas que se necesitan para las importaciones básicas de la Argentina: medicamentos, insumos estratégicos para la producción local, etcétera. El 30% de las exportaciones son de productos básicos de alimentos (primarios), y hay otro 30% de exportaciones que son a partir de los derivados de esos productos, como aceite de soja, harina de soja, entre otros. Para que esto funcione se necesitan dos condiciones: que el mundo esté criando porcinos y aves para venderles la harina de soja y también que los países en desarrollo como China y el sudeste asiático crezcan. La Argentina es el primer exportador de aceite de girasol en el mundo y para exportar mas y a buen precio necesitamos que el ingreso de los países en desarrollo aumente, para que cambien el consumo de los aceites mas básicos, como el de palma, por uno de mejor calidad como el de soja o girasol, que vendemos nosotros. Este año y por la pandemia, China y el sudeste asiático consumieron más aceite de palma por la restricción de ingresos.
P–¿Hay una vuelta a los nacionalismos?
R–A partir de la crisis de 2008 empezó también una crisis en la demanda en distintos países porque sus niveles de ingreso habían caído, pero la oferta estaba intacta. En esta situación, los países se volvieron mas proteccionistas. Durante el grupo de trabajo sobre comercio del G20, en Buenos Aires todos señalábamos esto con preocupación: veíamos que se estaba perdiendo parte de lo que se había ganado con el multilateralismo
Está la preocupación de que esto se exacerbe. En los Estados Unidos el presidente Trump y sus asesores son ultra nacionalistas pero mas que nada, amantes del comercio recíproco: si yo te compro, también te vendo. Esto tiene sus problemas, por ejemplo, no se le compra al país de menor costo. La ventaja del multilateralismo es que todos tenemos un espacio en el comercio, no hay nadie que se quede afuera, y todos contribuyen con lo que saben hacer mejor y de manera más eficiente. La consecuencia es que los consumidores puede tener mas bienes con el mismo dinero.
P– Es un escenario de cambios
R–Sí, de cambios en el comercio, pero no sé si de ruptura comercial o de reciprocidad total, como piensan quienes creen en la vuelta del proteccionismo a ultranza. El comercio tiene que ser funcional a la salida de la crisis. Para que el aparato productivo vuelva a funcionar los países necesitan de las importaciones. •
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