Qué le exigen los industriales al Mercosur
Exportar cuero, importar zapatos; exportar lana, importar tejidos; exportar algodón, importar prendas, exportar langostinos sin procesar para que otro país los vuelva a exportar procesados, a mejor precio y con mano de obra local. Hay muchos ejemplos tan reales como éstos, que llevan a la Argentina en particular y al Mercosur como bloque a la obligación de revisar las políticas macroeconómicas e intrabloque de los países que lo conforman. Éste es, básicamente, el pedido de los industriales, que conlleva además una advertencia/sugerencia: debe terminarse la era primaria de los países del Mercosur, que tienen en común su fuerte en la exportación de commodities, para pasar a una era superadora, donde la industria pase a tener el protagonismo.
En una declaración en conjunto, el Consejo Industrial del Mercosur, que congrega a los industriales de la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, dejaron claro que hay mucho por hacer para que el acuerdo les juegue a favor. Los presidentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), Confederación Nacional de Industria (CNI), Unión Industrial Paraguaya (UIP) y de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), aprovecharon el 30 aniversario del Tratado de Asunción para poner de manifiesto algunos reclamos que consideran atentan contra la producción.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Mercosur tuvo un crecimiento medio, de 2,6%, en la última década. Se trata de un número inferior a la expansión económica mundial, de 3,7%, y también más bajo que el crecimiento de los países emergentes, calculado en 5,1%
En primer lugar, dijeron que es imprescindible “implementar decisiones que hagan realidad el libre comercio al interior del bloque, eliminando las trabas y obstáculos existentes y se creen las capacidades para una mejor integración internacional”.
Hablaron también de la necesidad de que “los países cumplan sus tareas para que las economías se estabilicen, desde el punto de vista macroeconómico fiscal y monetario, y mejoren sus instituciones y el clima de negocios, para que podamos volver lo más rápido posible a tasas más aceleradas de crecimiento económico”.
Agregan que, según el Fondo Monetario Internacional (FMI) el Mercosur tuvo un crecimiento medio de 2,6% en la última década, número inferior a la expansión económica mundial de 3,7% y también más bajo que el crecimiento de los países emergentes, calculado en 5,1%.
A pesar de todos los intentos realizados, los obstáculos a la circulación de bienes persisten y se repiten
Con respecto específicamente a la Argentina, ya el martes pasado, en un encuentro virtual organizado por la UCA y otras entidades como Cippec, la UBA y The Millenium Project, Miguel Angel Rodríguez, vicepresidente de pequeñas y medianas industrias de la UIA, dijo que “el Mercosur es nuestro primer socio comercial y promedió en los últimos años un 20% de las exportaciones totales argentinas, pero en nuestro pico exportador en 2011 alcanzó al 25%, superando el 40% cuando nos referimos a las exportaciones industriales. En 2019 y 2020 estos guarismos disminuyeron del 20%, hay que remontarse más de 25 años atrás para ver un guarismo tan bajo en toda la serie”.
En cuanto a la declaración en conjunto entre los 4 países, los industriales advierten que “el rezago en términos de competitividad internacional es una característica estructural del bloque… nuestros países no aumentan su participación en la producción y exportaciones de manufacturas mundiales” reclaman. Piden entonces “políticas que conduzcan al crecimiento económico, aumenten la competitividad y amplíen la integración intra y extra-bloque” y también participar en cadenas de valor globales para poder ubicarse en nichos de mercado de alto valor agregado. Es fundamental que el Mercosur intensifique esfuerzos para lograr resultados concretos en la negociación de acuerdos comerciales con otros países o bloques que se han definido como prioritarios, y que aún no se han concretado”, aseguran.
Ante este panorama, elaboraron 6 propuestas:
- 1. Establecer las condiciones para impulsar la estabilidad y el crecimiento económico. “Los desequilibrios macroeconómicos fueron la principal causa de la caída de la actividad industrial, la reducción del comercio intra-bloque y la pérdida de reservas, que llevaron muchas veces a la imposición de barreras no arancelarias a las importaciones”, analizan.
- Asumir e implementar compromisos que hagan realidad el libre comercio intra-bloque. Es fundamental que se haga realidad la libre circulación de bienes y servicios que proclama el Tratado de Asunción. “A pesar de todos los intentos realizados, los obstáculos a la circulación de bienes persisten y se repiten”, dicen.
- Estimular la aproximación y la convergencia regulatoria “con instrumentos de reconocimiento mutuo de registros y certificaciones. Esta mayor aproximación puede contribuir a la reducción de barreras no arancelarias en el bloque y una mayor convergencia”.
- Internalizar reglas y acuerdos pendientes. Citan como ejemplo, acuerdos en materia de facilitación del comercio y contratación pública.
- Potenciar la participación del sector privado en el Mercosur como temas tarifarios, reglas de origen, convergencia regulatoria y las negociaciones comerciales externas.
- No adoptar ninguna decisión que implique modificar o revisar el Arancel Externo Común y/o el Régimen de Origen del Mercosur sin conocer ni dar oportunidad al sector empresarial y privado en general para expresar su opinión.
Para Rodríguez, “El Mercosur sigue ofreciendo oportunidades de comercio intrarregional beneficioso para todos sus integrantes que aún no han sido aprovechadas, en particular cuando vemos un retroceso de su comercio intrarregional que está un 35% más bajo de su pico histórico en 2011”. Hizo referencia a que “en el sector sobre el que trabajo hay ejemplos de plantas que nunca se hicieron pero sí subsisten medidas que se habían tomado en aquel momento para proteger esas plantas, que hoy continúan disminuyendo nuestra competitividad regional”. También hizo un llamado a una mayor promoción de las inversiones cruzadas entre empresarios de países del Mercosur.
La visión en primera persona
Luis Tendlarz, es empresario textil, presidente de FITA t del capítulo argentino del Consejo empresarial brasileño argentino), además de miembro del comité ejecutivo de la UIA, y conoce de cerca los pros y contras que tiene hoy el Mercosur, que considera “fue un éxito en cuanto a lograr que se acercaran países que tenían una cierta rivalidad”.
El industrial comenta que “hoy los 4 países tienen una base económica parecida, porque son productores de materias primas y necesitan industrializar más sus producciones. Esta es la base a la cual el Mercosur tiene que apuntar. Económicamente tienen que trabajar sobre a la macro para lograr la productividad y competitividad de este bloque con respecto a otros”.
Explica que, concretamente se debe trabajar en la confluencia entre las aduanas y en los etiquetados, para que la mercadería pueda circular con más facilidad. “El Mercosur esta afianzado en materias primas naturales como algodón, lana, lino, el gran tema es industrializar esta materia prima para que se vendan los productos finales. Nosotros exportamos cuero e importamos zapatos de Italia. La Unión Europea, por ejemplo, ha trabajado con su marca, y el Mercosur debe lograr lo mismo”. También hace referencia a que en los últimos 30 años China “ha logrado una industrialización impresionante”.
A la hora de explicar por qué la industria está rezagada, una de las razones es, según el empresario, ajena al bloque. “Hay un dumping social en el mundo, con países con políticas muy agresivas. No es todo la culpa nuestra. Ellos han defendido el trabajo de la manera que pudieron y nosotros no tanto”. Advierte también sobre la llegada de los robots, que pueden reemplazar el poco trabajo que todavía hay, y que “es un deber de los gobiernos y el grupo del Mercosur tiene que estar atento”.
Entre los múltiples problemas que sí son responsabilidad de la Argentina, están los fletes, que son caros; los juicios laborales, que son un problema muy grave y las tasas de interés, que no ayudan, entre otros. En cuanto a los impuestos, específicamente “queremos exportar, pero el mundo no esta en condiciones de pagar estos impuestos”. Pero, además, “el bloque en general no diferencia entre bienes transables y no transables en materia de costos laborales”.
Termina, con un llamado a avanzar con los problemas, de a uno, “y vayamos solucionándolos. El Mercosur tiene un potencial enorme”.