Un vínculo por clarificar
La idea de una vinculación formal de México al Mercosur quedó flotando en ocasión de la reciente visita del canciller Derbez. No resulta claro exactamente de qué tipo de vinculación se trata. Por momentos se ha señalado que México aspiraría a ser miembro pleno. También se ha mencionado el status de asociado, al igual que lo son Bolivia, Chile y Perú. En el comunicado conjunto con el canciller de Brasil, el tema no se menciona. Queda la sensación de una situación un poco confusa que conviene clarificar. Cuesta imaginar que sea una confusión casual.
Tres hechos deben ser destacados. El primero es la importancia que parece atribuirle México a su vinculación formal con el Mercosur. Ello debería facilitar la conclusión del demorado acuerdo de libre comercio en el que se incluyan todos los productos agrícolas. Sus exportaciones al Mercosur son muy marginales (un 0,4%) con relación al total. Pero para varias empresas que operan en México, los mercados del Mercosur tienen valor. Lograr un acceso preferencial al espacio económico del Mercosur tiene entonces relevancia. Lo inverso también es cierto. Un primer paso hacia una mayor vinculación debe ser entonces concluir pronto el mencionado acuerdo de libre comercio. La próxima visita del presidente Fox es una buena ocasión para ello.
El segundo hecho es que, en realidad, México y el Mercosur ya están asociados en la Aladi. Es quizás éste el ámbito más apropiado para que juntos, con Chile y la Comunidad Andina, avancen en los objetivos más amplios de un espacio económico integrado que los abarque a todos. Pero, por lo demás, se supone que estarán asociados pronto en el ALCA. Ello permitirá a los países del Mercosur compartir con México las preferencias que ya ha obtenido en el mercado de los Estados Unidos.
El tercero es que, desde sus orígenes, el Mercosur fue imaginado con una dimensión sudamericana. De allí el nombre de Mercado Común del Sur. No se trata sólo de cuestiones semánticas. El nombre refleja la idea de un ámbito natural de integración, basado en la geografía, la historia y en realidades económicas y políticas. Por eso su fuerza como marca, expresión de una identidad compartida que sus socios se esmeran por preservar y fortalecer aún más, sin espacio para confusiones.
Especialista en relaciones económicas internacionales y ex subsecretario de Comercio Exterior. E-mail: fpena@fbkb.com.ar.
Esta columna se realiza con la colaboración del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación BankBoston.