Una buena noticia para exportar a Brasil
La semana pasada se concretó una noticia muy esperada por los exportadores de servicios argentinos: pronto habrá un nuevo acuerdo impositivo con Brasil.
En la actualidad hay un convenio bilateral para evitar la doble imposición, vigente desde 1980. ¿Porqué entonces un nuevo acuerdo?
"Por cuestiones de interpretación del convenio actual, vemos que en ciertos casos, tanto la Argentina como Brasil se arrogan potestad para retener Impuesto a las Ganancias cuando se pagan servicios al exterior, lo que genera doble imposición", explica el abogado José María Allonca, socio y director de Cambras, la Cámara de Comercio Argentino-Brasileña.
Esa retención debería ser del 15%, pero la historia no termina ahí.
Cuando el cliente tramita la transferencia desde Brasil, es usual que el banco aplique automáticamente una variada gama de tributos interiores denominados CIDE, ISS, y PIS/Cofins. Eso eleva el costo de la operación hasta cerca de 45%, explica Rogerio Araujo, abogado en San Pablo. Una carga tributaria muy alta que el cliente generalmente traslada al prestador del servicio.
Sobrecostos desalentadores
Semejante nivel de sobrecosto desalienta las operaciones, y es por eso que la exportación de servicios argentinos a Brasil es ínfima.
Para sortear ese obstáculo muchas empresas recurren a la constitución de una compañía en Brasil para facturar y cobrar los servicios en forma local.
Hoy en día es una estrategia común, incluso para pymes argentinas, que también ofrece ventajas comerciales, como mostrarle a los posibles clientes cercanía, permanencia y compromiso con la atención del mercado.
Las empresas argentinas ya contaban con la ventaja de un Acuerdo de Facilitación de Actividades Empresariales que reduce el requisito de capital mínimo para apertura de sociedades en Brasil, frente a lo que se le pide al resto de los extranjeros, y la visa Mercosur permite enviar empleados de un país miembro al otro para trabajar en el marco de un contrato.
Mientras no se disponga de esa filial en Brasil, la alternativa que los expertos recomiendan a los potenciales exportadores es discutir estas cuestiones en detalle con el importador, evaluando las diferentes alternativas.
En algunos casos la empresa brasileña puede tomar parte de esas retenciones como crédito fiscal, dependiendo de su condición tributaria.
El nuevo convenio evitaría que a los exportadores argentinos se le retenga el 15% sobre su factura, lo que les daría esa ventaja ante competidores que no tienen tales acuerdos, como Estados Unidos, pero aún se desconoce si abarca el problema aludido de las retenciones adicionales.
Con seguridad, cualquier nuevo acuerdo mejorará el acceso al mercado brasileño, pero en cualquier caso, hay que recordar la conveniencia de negociar los contratos con atención y con el conocimiento técnico necesario.