Uno de los desafíos que enfrenta el puerto de Buenos Aires en 2015
La Cepal publicó un nuevo informe donde sugiere un cambio en la gobernanza de los puertos, superadora de las reformas iniciada en los 90, cuando imperó la concesión de las operaciones en las terminales para aumentar la eficiencia y reducir los costos fiscales de las arcas de Estados deficitarios.
Advierte el organismo latinoamericano que, no obstante las mejoras en los servicios prestados a partir de la apertura a los inversores privados, la falta de planificación derivó en un enfoque centrado pura y exclusivamente en el transporte marítimo: todos los esfuerzos se destinaron a la atención de los buques, en desmedro del resto de los modos.
Faltó así la visión sistémica de la logística del comercio exterior, la encargada de combinar lo mejor de cada modo de transporte para así "derramar" esa virtud hacia un aumento de la productividad y de la competitividad.
"La industria portuaria debe redefinir el puerto y su rol en la actividad económica", señala el estudio que lleva la firma de Ricardo Sánchez y Francisca Pinto.
Buques cada vez más grandes, operadores bajo alianzas navieras con un mayor poder de negociación que, además, relevan las recaladas de sus itinerarios. El mar, claro está, le impone desafíos ineludibles a los puertos.
Pero allí no termina la agenda. Los puertos están agotando sus espacios de expansión, y están acorralados por las ciudades. Su mirada "urbana" pasa a ser determinante, así como su acercamiento a las industrias con una política comercial innovadora.
Por esto es que la Cepal habla de "nueva gobernanza" de la gestión portuaria donde tanto el Estado como el sector privado y los trabajadores necesitan elaborar una visión sistémica del puerto en relación no sólo con el agua sino con la tierra, complementados con la "eficiencia social", es decir, con la conciencia del lugar que ocupa el puerto en la economía y en las ciudades.
Esta gobernanza deberá cristalizarse en la agilidad de planificación y ejecución, un histórico déficit de las administraciones portuarias en general.
Por otra parte, la Cepal recuerda que la ola de reformas iniciada en los 90 generaron un exceso de competencia afectando la eficiencia agregada: "Es preciso analizar la diferencia entre promover la prestación de servicios en un ambiente de competencia que impida la creación y captura de rentas monopólicas por operadores portuarios, y la de una competencia exacerbada que atente contra la debida eficiencia social del mercado".
La conclusión de este análisis es uno de los desafíos que enfrentará el puerto de Buenos Aires este año, ante concesiones que se vencen y la aparición de nuevos competidores.