Comienza la electricidad más cara
Por el plan Energía Plus, la generación adicional se cobra en el mercado el doble que el precio actual
GENERAL GUEMES, Salta.- Otras caras, otros tonos. No es tan frecuente ver al gobierno de los Kirchner admitir en público que las empresas necesitan ganar plata. Pero algunas cosas pueden parecer nuevas después de la crisis del campo. El día en que debutaba oficialmente en la Argentina un plan para vender electricidad a precios más caros, la presidenta Cristina Kirchner se encargó en esta ciudad de transmitir lo que desde el sector privado se juzga como verdad elemental.
La Presidenta estaba de buen humor. "Este es un modelo de articulación de los intereses entre el capital, en su rol de inversor y demandante de obtener rentabilidad, y el trabajo, coordinados por el Estado", empezó, durante la inauguración de una nueva turbina de Central Térmica Güemes, que controla Pampa Holding, grupo encabezado por Marcelo Mindlin. Momentos antes, el empresario había soltado, en su discurso, un concepto análogo: "Sin empresas que generen ganancias no hay nuevas inversiones ni nuevos empleos".
Fue el puntapié inicial del plan Energía Plus, una medida lanzada en 2006 que establece que toda energía nueva se debe pagar más cara, en niveles aprobados por el Gobierno. En este caso, se pactó en US$ 65 el megavatio/hora, más del doble de lo que se pagaba hasta ahora en la Argentina. El mercado eléctrico mayorista está regulado de hecho. Lo que hizo Mindlin fue ampliar la capacidad de la central, que generaba 261 megavatios, agregando una turbina de General Electric de 100 MW, con $ 200 millones de inversión. Los compradores serán unos 70 industriales.
No se advirtieron, esta vez, rostros de furia o tensión. Ni un solo reproche. Sonriente, Cristina se permitió incluso un chiste cuando Mindlin le regaló dos candelabros de plata y hueso. "Espero que no sea porque esperan problemas energéticos. Lo tomo como una gentileza, no como una metáfora". Les agradeció también a los trabajadores. "No es un hecho aislado. Estamos poniendo en marcha políticas de Estado", dijo.
Hubo que esperar dos años y medio para que un proyecto del plan Energía Plus empezara a funcionar. Los anteriores habían sido sólo iniciativas de autogeneración de empresas, como el de Aluar. El mercado eléctrico no se zambulle más al vacío. Los 100 MW de Pampa Holding no son ni un 5% del monstruoso déficit eléctrico nacional, maquillado ahora por estos infrecuentes días de calor invernal. Sólo en la década del 90, cuando el precio era libre, la Argentina sumó 9100 MW a su parque eléctrico.
Los precios, entre privados
"El negocio cierra perfectamente", dijo a LA NACION Alfredo MacLaughlin, ex secretario de Finanzas y actual director de Pampa Holding. El grupo firmó además con la provincia de Salta un acuerdo para asegurarse otro bien escaso en la Argentina: el gas. El Estado provincial recibe un monto de regalías de hidrocarburos en volúmenes de ese combustible, que destina a pagar la electricidad que le compra a Central Güemes.
En su discurso, Mindlin dijo que este emprendimiento se hacía "gracias a este plan de Energía Plus que anunció el ministro De Vido en septiembre de 2006". La resolución 1281, que incluye el plan, indica que el precio de la energía nueva debe ser aprobado por De Vido.
¿Qué papel cumplió el Gobierno en este precio?, le preguntó LA NACION a Mindlin, después del acto. "Ninguno. Se acuerda entre los privados. Se presenta el contrato y el Gobierno lo tiene que aprobar", contestó.
Mindlin es también dueño de Edenor, que espera, para los próximos días, una suba de tarifas. "Firmamos un acuerdo de revisión tarifaria y estamos esperando el mejor momento político. Mientras tanto, seguimos invirtiendo", dijo el ex hombre del grupo IRSA. Edenor tiene, desde hace varios meses, problemas de caja que se plasmaron ahora en esfuerzos para pagar sueldos. Las distribuidoras aún aguardan un gesto del Gobierno.
¿Cobos? Gracias...
- GENERAL GUEMES, Salta.- Unos pocos militantes y vecinos acompañaban a 200 metros, en la entrada, sobre la ruta 34, sin poder entrar. Terminó el acto, pródigo en autoridades provinciales y empresarios, y la Presidenta se acercó a saludar a los empleados de Central Térmica Güemes. LA NACION, que estaba en el grupo, la sorprendió con una pregunta en el oído: "¿Va a hablar con Julio Cobos? El vicepresidente le pedirá esta semana una audiencia". Con la mano derecha estrechada y la sonrisa todavía pendiente, Cristina Kirchner perdió espontaneidad, pero no cambió la actitud. "Gracias, gracias", dijo, y se escabulló.