Cómo crear un ecosistema innovador en la Argentina
Mahatma Ghandi no hablaba sobre liderazgo exponencial, pero cuando esbozó sus fundamentos para cambiar el mundo, en el siglo pasado, tenía en claro que todo cambio empieza por uno mismo.
"Una persona puede hacer la diferencia. Si esperamos (para actuar) porque creemos que no tenemos la habilidad para hacerlo, nunca cambiará nada." La frase de Kyle Hermans, profesor de Singularity University, resonó en la Usina del Arte.
Lo escuchaban alrededor de 250 directores y gerentes de empresas en el comienzo de la segunda jornada de Nextba, el programa de innovación organizado por HSBC para que sus clientes se asomen al futuro y accedan a las herramientas con las que podrán surfear los desafíos que impone el vertiginoso y profundo cambio tecnológico.
"¿Cuánta gente hay en la sala?", interrogó Hermans. Después de que algunos de los asistentes arriesgaran cifras cercanas a la cantidad real de participantes, el CEO y fundador de Be Courageous, respondió: "Hay miles. Las decisiones que toma cada uno de los que están aquí impactan en sus empleados, clientes y proveedores. Hoy estamos superconectados y eso también implica una manera de pensar diversa".
"Las tecnologías exponenciales generan enormes oportunidades de negocios y allanan el camino para un mundo de abundancia donde todos tienen acceso a comida, agua, educación y salud gracias a la innovación tecnológica", dijo y advirtió a los presentes sobre el porqué de la reunión.
"El objetivo de este encuentro es que sepan qué es lo que está pasando. Hay que ser corajudo, aunque coraje no es ausencia de miedo, es algo más. Muchas de las cosas a las que tememos vienen de experiencias pasadas y proyectamos eso al futuro pensando que se repetirá. La idea es que hoy puedan cambiar la forma en la que se relacionan con el futuro, y la relación entre ustedes", detalló.
Hermans cree que innovar "es tener el coraje de adaptarse y prosperar en tiempos de cambios". Durante su presentación compartió algunas frases para describir el entorno en el que vivimos, como cuando citó a Ray Kurzweil: "Si todo sigue al ritmo actual, en el siglo XXI no experimentaremos 100 años de progreso sino probablemente serán como 20.000 años de progreso".
Como parte de la adaptación que deben poner en marcha quienes quieran tener éxito en esta era de transformación, el profesor de Singularity University propone que en vez de insistir con aprender cada día más cosas, se ponga en práctica el proceso de desaprender, que consiste en "tener la capacidad de dejar de lado las formas obsoletas de pensamiento y reemplazarlas por modelos mentales más flexibles".
"Así como cambia el sistema operativo de las computadoras deberíamos cambiar el de nuestro cerebro", dijo antes de contar el caso de Wikipedia como muestra de los efectos positivos que puede tener la flexibilidad.
Lo que hoy conocemos como Wikipedia nació como Nupedia.com –relató-. Entonces, se necesitaban sortear 7 pasos para que un artículo fuera aprobado y publicado. Durante su primer año de vida, aquella primera versión de Wikipedia, logró aprobar apenas 21 artículos. En el primer año de la Wikipedia tal como la conocemos, se publicaron 18.000.
Hermans sostiene que "conocimiento y entendimiento no son la misma cosa". Se trata de analizar cómo estamos programados para hacer las cosas. "Cuando aparece algo disruptivo hay una contradicción grande", dijo y comentó que el problema es que a menudo se analiza el cambio que está ocurriendo en el mundo con una mirada vieja.
Habló de dos tipos de mentalidad para el crecimiento -el liderazgo incremental (mejorará todo 10%) y el liderazgo exponencial (mejorará todo 10x)- y destacó que lo ideal en el actual contexto de cambio es desarrollar un pensamiento ambidiestro, es decir, tener la capacidad de balancear y elegir cuándo es tiempo de innovar actuando de manera exponencial, y cuándo de privilegiar lo operacional (incremental).
La mañana había comenzado con la presentación del Cuarteto Sul Tasto, un grupo que utilizando instrumentos tradicionales de cuerda une la música clásica con el rock, el tango y la música electrónica.
Patricia Bindi, directora de Banca de Empresas del HSBC, hizo una analogía entre el ensamble que logran los músicos y lo que deberían hacer quienes quieran sumarse al nuevo liderazgo que demanda la realidad: incorporar las nuevas herramientas y estar dispuestos al cambio.
La segunda mitad de la jornada estuvo a cargos de tres mujeres: Marta Cruz, co-fundadora y Managing Partner de NXTP Labs; Cynthia Cuculiansky, asesora organizacional de empresarios y CEOs, y del Banco Mundial; y Carolina Coppoli, lead Design Services de Accenture.
Cruz explicó la tarea que llevan adelante en NXTP Labs, un fondo de capital emprendedor enfocado en construir el mejor ecosistema de emprendedores tecnológicos de impacto, mentores, inversores y corporaciones de Latinoamérica.
"El ecosistema de emprendimiento se construye sobre la base de la transparencia y la colaboración. Cuando eso se logra hay una triple ganancia: emprendedores, inversores y la comunidad se benefician", comentó.
Para reforzar sus dichos, contó que los 200 emprendimientos a los que seleccionaron entre más de 5000 startups generaron en los últimos 5 años 4500 puestos de trabajo directos y 450.000 indirectos.
"Una startup no es la versión chica de una compañía grande. Es un experimento, una organización con recursos limitados, que tiene poco tiempo pero trabaja 7x24", dijo antes de enumerar varios casos exitosos de "empresas grandes navegando con nuevas compañías", como CargoX, "el Uber de la carga en Brasil para Unilever" y Zolvers, que tiene una base de datos de 140.000 empleadas domésticas y se transformó en una plataforma de inclusión financiera porque da préstamos a sus usuarias según su nivel de ingresos, además de ser utilizada por Unilever como base para la distribución de muestras de sus productos de limpieza.
"La coyuntura no es la única culpable de la pérdida de rentabilidad y productividad de las pymes y emprendedores, es la manera de hacer negocios. Se necesita colaboración, transparencia, networking y tener al cliente como centro del negocio", agregó.
Cuculiansky interpeló a los presentes sobre si sus empresas están preparadas para innovar con talento.
"El talento será el factor clave para relacionar la innovación del siglo XXI con la sustentabilidad, tal como señaló el World Economic Forum", destacó.
Luego dijo que la realidad hizo que se cambiara la tradicional nomenclatura con la que se clasificaba a los países. "No se habla más de países desarrollados o en vías de desarrollo, se habla de países ricos o pobres en innovación", contó antes de asegurar que entre talento e innovación hay una relación muy estrecha.
"El liderazgo adaptativo es el que genera contextos para que el talento se desarrolle en una empresa, para que la gente pueda pensar porque allí está permitido equivocarse", agregó antes de pasar otro mensaje a las empresas: "Las organizaciones tienen que invertir tiempo y dinero y aceptar el fracaso, que es parte de la innovación. Sino, la gente preferirá no hacer nada. El error es parte del proceso de crecimiento y hay que habilitarlo".
Coppoli, que cerró la jornada en la Usina del Arte, destacó que "la innovación tiene mucho que ver con la ruptura de silos, y no sólo los de las organizaciones, sino los personales".
Luego, justificó por qué cree que el Design Thinking (un pensamiento de diseño para analizar algo como lo haría un diseñador y encontrar una solución) es la herramienta para poder desarrollar innovación.
"El diseño está en el detalle, en lo concreto. Las soluciones potentes vienen de la empatía. Hay que llegar a la singularidad para lograr la universalidad", describió.
Por eso Coppoli cree que de la era del marketing ("más enfocado en las generalidades") se pasó a la era del diseño ("es aprendizaje, innovación y riesgo") y que "innovación, conectividad y el cliente en el centro son las reglas del juego actual".
Tal como dijo Alan Kay –otras de las personalidades citada por Hermans-, "la mejor manera de predecir el futuro es crearlo". La edición de Nextba dejó herramientas para que muchos puedan poner manos a la obra.