Conflicto eléctrico: Edesur y el ENRE pelean por la apertura de dos sedes de atención al cliente
La compañía dice que tiene listas dos sucursales de nueva generación en Avellaneda y Lanús, pero que el ente regulador del servicio no autoriza la inauguración; el hecho de que sean sucursales alquiladas en lugar de propias, dice el Ente, repercutiría en un aumento de tarifas
Una disputa entre el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) y la empresa concesionaria Edesur impide que vecinos de Avellaneda y Lanús cuenten con dos nuevas sedes de atención al cliente en esas ciudades del sur del conurbano bonaerense.
Según la compañía, si bien los locales están listos, aún no recibió la autorización del ENRE para su apertura, mientras que el organismo dice que está en la última etapa de análisis del plan de modernización presentado por la distribuidora de electricidad. Uno de los reparos que plantea el ENRE es que el hecho de pasar a tener sucursales alquiladas en lugar de propias podría repercutir en un aumento de tarifas.
Según Edesur, los nuevos edificios reemplazan a las viejas oficinas que habían quedado obsoletas. Están dotados de mayor tecnología e implicaron una inversión de $65 millones. Sin embargo, “lamentablemente el ENRE no autoriza su apertura” y de esa forma afecta la atención al público, que se vio restringida a raíz de la pandemia de Covid-19 y el aislamiento social preventivo y obligatorio.
Consultadas por LA NACION, fuentes del ENRE dijeron que, en 2020, recurrieron a la Justicia para que la empresa presente la información y solicite la autorización que establece el contrato de concesión.
La concesionaria propuso un “máster plan de modernización” que contemplaba la venta de varios inmuebles, entre los cuales se encuentran las oficinas comerciales de Avellaneda y Lanús.
En este sentido, se proponía que, de ser autorizado el plan, parte del ingreso por la venta se utilizaría para alquilar y refaccionar nuevas oficinas, que son las que el Ente se encuentra analizando a los fines de determinar los aspectos regulatorios y si está operación beneficia o afecta tanto a las personas usuarias como a la concesión.
“Es necesario mencionar que el solo hecho de pasar de contar con locales propios a alquilados repercute en aumento de tarifas, dado que estos alquileres serían un nuevo costo que deberá ser incorporado al costo propio del servicio de distribución”, concluyeron en el ente regulador.