Controversia por las áreas petroleras de Manzano y Vila
MENDOZA.- Aun a costa de concentrar la mayor parte de los permisos de exploración en la firma Ketsal-Kilwer -que tiene entre sus socios al ex ministro del Interior José Luis Manzano y al empresario de medios Daniel Vila-, el gobierno provincial prefirió flexibilizar las condiciones de la licitación de las 11 áreas petroleras secundarias de la provincia.
Fuentes cercanas al gobernador, Celso Jaque, reconocieron ayer ante una consulta de LA NACION que era el camino más apropiado para evitar un nuevo fracaso de la licitación y, por ende, la demora del inicio de trabajos de exploración con inversiones por US$ 290 millones que ya llevan dos años de postergaciones.
En las condiciones iniciales de la licitación se había fijado un límite de cinco áreas por explorar por empresa, pero Jaque dispuso, por decreto, extenderlo a siete, porque Ketsal-Killwer había sido la única firma interesada en sumar al "paquete" dos áreas de menor potencial económico, por las que el resto de las firmas competidoras no había mostrado interés.
Finalmente, esa firma ganó la concesión para explotar los yacimientos Pampa del Sebo, Zampal Oeste, Ñacuñán, Malargüe, Chachahuén, San Rafael y Coirón I y II, por los que ofertó invertir en conjunto cerca de US$ 200 millones. Cuando anunció la adjudicación, el miércoles último en San Rafael, Jaque aseguró que el proceso se había hecho "en un todo de acuerdo con lo que sugería la Fiscalía de Estado". Además, justificó la demora en la resolución del proceso en que había debido realizarse un análisis de "todas las actuaciones administrativas y resolver algunos inconvenientes existentes en ellas".
Por medio del decreto, el Poder Ejecutivo aseguró haber ejercido su facultad de modificar las condiciones de la licitación antes de las adjudicaciones, sin que eso implicara violar el principio de igualdad ni afectar el interés público.
La medida tuvo luz verde del fiscal de Estado, Pedro Sin, quien emitió un dictamen en el que no planteaba objeciones para este cambio excepcional del pliego. La firma Ketsal también propuso al Ejecutivo provincial asociarse en algunos de sus emprendimientos, y ahora el gobierno evalúa si aceptará o no la invitación.
La licitación de las áreas petroleras revertidas tuvo un proceso plagado de contratiempos, cuestionamientos administrativos y postergaciones.
El proceso comenzó en 2006 durante la gestión del entonces gobernador y actual vicepresidente, Julio Cobos, pero el 13 de abril del año pasado se resolvió dejar sin efecto la adjudicación del primer tramo de licitación porque las ofertas habían sido consideradas inadmisibles en lo formal y económico.
Sin explicaciones
La oferta más conveniente la había hecho la unión transitoria de empresas (UTE) integrada por Oxipetrol, del empresario y ex presidente de Racing Daniel Lalín; la estatal Enarsa, y la mendocina Chañares Herrados, pero no satisfizo las expectativas del Estado. "Gané legítimamente en su momento, en 2006, pero Cobos no quiso que ganáramos: esperaron 8 meses y luego anularon la licitación porque dijeron que no era conveniente para la provincia. Era uno de los atributos que tenían, pero no hubo una explicación concreta. Fuimos perjudicados porque le querían dar esto a alguien que no era yo. En la primera licitación, yo oferté 76 millones de dólares; Cristóbal López, 55 millones y medio, y Manzano, 55 millones. Ahora, Chupete [por Manzano] ofertó 120 millones, mucho más", dijo Lalín a LA NACION.
"Cuando uno presenta un precio de oferta en una licitación descubre su juego. Yo tenía muy buena información y todo lo que investigué es como que se lo di gratis a los adversarios", agregó el polémico ex presidente de Racing.