Crece la volatilidad en los mercados
Una serie de razones condicionaron ayer el desempeño de las plazas bursátiles mundiales, pero impactaron más en las de los mercados emergentes. Al temor que despierta el descontado proceso de suba de las tasas en los Estados Unidos, se agregó ayer la inquietud por las medidas que adoptó China en los últimos días para desacelerar el ritmo de crecimiento de su economía, la mayor demandante de materias primas de los últimos años.
Las especulaciones sobre el impacto que estas medidas podrían tener sobre la demanda de los denominados commodities (desde acero y aluminio, hasta los granos) sumaron un nuevo factor de volatilidad a los negocios bursátiles de todo el mundo, algo que padecieron las bolsas más sensibles a este tipo de reacomodamientos en los flujos de capital financiero, como son las emergentes.
Una muestra fue el balance que dejaron los negocios de ayer. Las pérdidas fueron del 5,14% en Rusia, del 2,97% en Brasil, del 2,56% en Buenos Aires y del 2,54% en México.
Pero el fenómeno también alcanzó (aunque de manera más módica) a todas las plazas europeas y hasta afectó el desarrollo de las transacciones en Wall Street, donde el índice Dow Jones de empresas industriales retrocedió el 0,68% y el tecnológico Nasdaq bajó el 1,55%, luego de que el Departamento de Comercio de EE.UU. informó que la economía de ese país creció a una tasa anual del 4,2% en el primer trimestre del año, cuando los analistas esperaban una expansión del 5 por ciento.
Problemas propios
Al complicado panorama internacional, la Argentina sumó un factor local. Ahora que el Gobierno reconoció la crisis energética, los operadores comienzan a preguntarse qué profundidad tendrá y a tratar de dimensionar cuál será el costo que tendrán que enfrentar la economía en general y las empresas cotizantes en particular.
En este marco, la Bolsa porteña vivió ayer su tercera baja consecutiva y la más fuerte de la semana, al perder el Merval un 2,56%, tras una rueda en la que sólo se registraron ventas y el volumen operado fue de $ 36,3 millones. Con este resultado, y a sólo una jornada de cerrar el mes, el mercado pierde un 8,11% en abril y un 4,29% en la semana.
"Todavía no están dadas las condiciones para alimentar las ganas de los posibles compradores de acciones. Por un lado, la incertidumbre por las tasas en Estados Unidos, y por el otro, una crisis energética que produce tensión en las relaciones del Mercosur", indicó Mariano Tavelli, operador de la casa homónima. "Todo esto favorece a una corrección de precios", agregó. "La sensación es que estamos en un gran desinfle mundial, que hay que ver dónde termina. A favor tenemos la próxima llegada de los balances, que mostrarán buenos números", resumió el analista Jorge Alberti.
En la plaza cambiaria, la cotización minorista del dólar escaló otro centavo para cerrar en $ 2,88 al cabo de una jornada que mostró entre los compradores a los bancos extranjeros, "necesitados de nivelar sus posiciones contables por la llegada del fin de mes", confió un operador.