Cuál es el impacto en los precios, la competitividad y el crédito
¿Por qué sube el dólar?
Según los analistas, la suba se explica por varias razones, pero principalmente porque los inversores, que prevén que las tasas seguirán bajando, desarman su cartera en pesos y se dolarizan. Este movimiento se produce en un momento en que no hay una gran oferta de divisas en el mercado, lo que hace que la suba de la demanda impulse el precio.
“El principal factor es que a partir de la flexibilización de las metas del Banco Central y el espacio que encontró para bajar tasas el dólar se ajusta a su nuevo equilibrio. Hay que recordar que venía retrasado contra la inflación antes de diciembre y ahora, que está en la zona de $20, la película de dólar e inflación se empareja”, explicó Federico Furiase, director de la consultora EcoGo.
Al dejar de ser atractivas las Lebac, los ahorristas optan por otras alternativas de inversión. “Lo que vemos en el mercado una reacción a la baja de tasa del Banco Central tras su Informe de Política Monetaria. Aunque en el mercado secundario la tasa de interés ya había bajado, hoy está jugando mucho en la decisión de dolarizar ahorros”, sostuvo Amílcar Collante, de Cesur.
“Hay que poner en contexto la suba del dólar y recordar que es un activo más de la economía y que la inflación de los últimos meses se estuvo acelerando. En otras palabras, la corrección es lógica. Lo atípico es la velocidad con que se produce la corrección”, añadió Collante.
¿Habrá traslado a los precios?
Para Furiase, todavía el impacto en los precios no es fuerte, pero sí hubo un traslado en alimentos y bebidas. “La inflación de enero, que veíamos en 1,7%, puede estar más cerca del 2%, donde además va a impactar la suba de la nafta, que se ve afectada por el alza del dólar”, dijo.
“Hay que ver además que en el consumo masivo, donde hay impacto del dólar porque los alimentos de la Argentina se exportan, como la demanda está más apretada, las empresas van a tener cautela”, agregó. Sin embargo, la incidencia en precios, sostuvo, puede ser un poco más rápida en el segmento de los bienes durables (autos, electrodomésticos, electrónicos), con mayor peso de los componentes importados.
Para Collante, no hay dudas: “La Argentina tiene un traslado a precios bastante elevado si lo comparamos con países vecinos. Es de esperar que reaccionen los precios de alimentos. Y con ellos también electrodomésticos y precios de automóviles que están vinculados a la cotización del billete norteamericano”, señaló.
¿Hay margen para que el BCRA siga bajando tasas?
El Banco Central volvió a bajar la tasa de interés y la fijó en 27,25%. Según el presidente de la entidad, Federico Sturzenegger, hay margen para seguir bajándola, aunque de forma gradual. “El Banco Central está intentando convencernos de que hay margen para bajar aún más las tasas, planteando que la tasa de interés real es alta en pesos, es decir, es 10 puntos porcentuales arriba de la tasa de inflación. En la medida en que sea una tasa de interés real alta, pero razonable, que pueden ser 5 o 6 puntos por encima de la inflación, podrían bajarse las tasas”, consideró el economista Martín Kalos.
Al respecto, sostuvo que existen otros factores en juego, como los aumentos de tarifas o las negociaciones paritarias, que sí imponen una inercia. “En el corto plazo es difícil pensar bajar la tasa de interés sin que eso impacte en la expectativa inflacionaria. Hoy, la expectativa se sitúa en torno al 18 o 19% y es difícil que baje de eso si se sigue relajando la política monetaria”, indicó.
¿Qué consecuencias traerá la suba del dólar en otros aspectos?
La Argentina necesita dólares, pero para Kalos “eso no es un problema porque hay una entrada masiva, que aleja el fantasma de la necesidad de divisas, pero impacta en la devaluación. De hecho, una parte del déficit comercial de 2017 fue por atraso cambiario”.
Según sostuvo, en “estos días la suba del dólar es una buena noticia porque recupera ese atraso, pero no va a ser sostenido”. “En el mediano plazo, la expectativa es que el dólar y la inflación aumenten a la par y que la tasa de devaluación sea similar a la tasa de inflación”, expresó. Asimismo, consideró que “el dólar no se va a disparar más allá de lo que el Banco Central quiera y probablemente termine el año a la par de la inflación” y que la suba de las tarifas de servicios públicos será menor, con un impacto del 20 o 25%.
Por su parte, Collante analizó que “la devaluación, mientras no afecte tanto en la inflación, trae un alivio para el sector exportable, y por otra parte va a permitir reducir algo del déficit comercial”.
¿Qué consecuencias traerá en la competitividad?
Según Furiase, “hay una especie de sábana corta. La baja de tasa y la suba del dólar funcionan dentro de cierto esquema, pueden dar oxígeno a la competitividad de las exportaciones y al acceso al financiamiento de las pymes, en la medida en que se desarman posiciones en Lebac. Además, eso puede darle aire al crédito, que es lo que va a mover la economía este año, porque los salarios van a ir muy en línea con la inflación”, pronosticó Furiase.