De la casa al trabajo: Marie Kondo ahora quiere ordenar el mundo corporativo
Takumi Kawahara está viendo a su esposa, Marie Kondo, masajearse el rostro con un pincel. Lleva una bata blanca y está parada junto a un ramo de flores rosadas. Ha pedido que se transmita en el cuarto música instrumental suave. Parece traerle calma en esta mañana de febrero en Los Ángeles mientras una docena de trabajadores de producción la rodean, captando el vídeo que mostrará a los 3.5 millones de seguidores de Instagram de Kondo como cepillar sus rostros en seco. Cuando cierra los ojos, respira hondo, y comienza a hacer movimientos circulares pequeños en su frente. Cuando abre los ojos tiene una expresión eufórica dirigida a la cámara.
Kawahara no cree en la escena. Me toca el hombro para mostrarme su celular, en el que tiene la palabra cosquillas en letras grandes en el traductor de Google. "¿No le parece que ese pincel provoca cosquillas?", me susurra, diciendo la palabra en inglés por primera vez. Hace un gesto como si algo le hiciera cosquillas, riendo tanto que su sombrero amenaza con caerse sobre sus anteojos. "De ningún modo me pondría eso en la cara", asegura.
Kawahara, que es CEO de KonMari Media, la empresa que fundó con su esposa en 2015 y tiene su sede en Hollywood, California, está siempre presente en las sesiones de foto y en las grabaciones de los programas de Kondo, como la de hoy en la que se muestran productos que se venden en el sitio de la red de KonMari. El equipo de producción a menudo se vuelve expectante hacia él, esperando que exclame "¡Hermoso!" o "¡Excelente!", en lo que constituye una señal de que la toma está bien y pueden pasar a la siguiente.
Es también quien anima la escena. Sus gestos se contraponen a la callada espiritualidad de Kondo, la que es central a su misión, algo que describe como que "ayuda a los demás a decidir qué es lo que les provoca felicidad". Kawahara liquida toda seriedad, haciendo muecas, contando chistes y haciendo que todos se sientan cómodos. En parte es su personalidad, pero también es un esfuerzo estratégico para que su esposa se relaje. Kondo ha estado en la mira del público desde 2011, cuando publicó La Magia del Orden en Japón, pero su momento de mayor felicidad es cuando está en su hogar con sus hijas, de 3 y 4 años.
"El tiempo que paso con mi familia es lo que me genera felicidad", dice en una voz tan callada que sólo su intérprete parece poder escucharla. (Habla inglés pero se siente menos cómoda con el idioma que Kawahara.) "Tengo que ser una figura pública para poder difundir este mensaje. Pero es mucho más difícil para mí que para la gente que se destaca naturalmente a la hora de dirigirse a muchas personas. Takumi realmente me ayuda".
Tensión permanente
A lo largo del último año, Kondo se ha visto forzada a soportar la tensión entre su personalidad introvertida y su deseo de transmitir su filosofía a públicos más amplios. A ordenar con Marie Kondo, su serie de Netflix lanzada en enero de 2019, se convirtió en el show de no ficción más mirado en el servicio global de streaming de ese año.
De pronto cuando se vio lanzada a un nuevo estrellato, junto a otras diosas del bienestar y la organización doméstica, como Martha Stewart, Oprah Winfrey y Gwyneth Paltrow. Para fines de 2019 había establecido un sitio de comercio electrónico, un blog y un newsletter. También había extendido su red de consultoría -gente a la que Kondo instruye personalmente en su método de ordenar- a más de 40 países.
Ahora Kondo está llevando su método al lugar de trabajo, con el respaldo del holding japonés de comercio electrónico Rakuten de US$12.000 millones, que adquirió una participación mayoritaria en KonMari Media en agosto pasado. En abril 2020 Kondo lanzó un nuevo libro, de la que es coautora con Scott Sonenshein, un profesor de la escuela de negocios de la Rice University, de la ciudad de Houston, llamado La felicidad en el trabajo. Cómo organizar su vida profesional. "Ordenar su lugar de trabajo le da la oportunidad de reflexionar acerca de cómo está trabajando y que le gusta de su tarea", asegura.
Al enfocar su negocio en el mundo corporativo, Kondo parece estar debatiéndose con la pregunta de cuál es el tipo de trabajo que a ella misma la hace feliz. Durante varios años, pareció que seguía la guía de otras emprendedoras célebres. Pero ahora claramente ha decidido tirar esa estrategia por la ventana. Aparentemente ya no le daba felicidad. Quizás nunca se la dio.
Kondo era una estudiante universitaria de 21 años cuando conoció a Kawahara, que tenía la misma edad. Estaban en Tokio, esperando un ascensor. Kondo recuerda que Kawahara llevaba un traje con una pequeña insignia con el símbolo japonés de la palabra sueño. "Cuando vi eso pensé: ¡Que persona apasionada!", dice. "Aunque Takumi es más extrovertido y yo soy más introspectiva, en el interior somos iguales".
Kondo tenía sus propios sueños. Ya había decidido convertir su pasión de toda la vida por el orden en una carrera. En el ascensor le dio a Kawahara una tarjeta de negocios recién impresa con una pequeña mariposa. Kawahara no necesitaba su ayuda: "Afortunadamente ya soy una persona organizada", dice.
Después de este primer encuentro, decidieron mantenerse en contacto. Kondo ya se había fascinado con la organización en el hogar a los cinco años, hojeando las revistas de decoración hogareña de su madre. Al crecer comenzó a ver el orden como una manifestación de algo más profundo. La gurú asegura que sintió una conexión espiritual con ciertos objetos que le producían "tokimeku", palabra japonesa que refiere al aleteo que uno siente en el cuerpo cuando algo le encanta. Esta idea se convirtió en la base de su enfoque para el orden, ahora conocido mundialmente como el método KonMari: retener las pertenencias que inspiran esa sensación y eliminar las que no.
Estrella de la TV
Cuando la serie de ocho episodios A ordenar con Marie Kondo debutó en Netflix el 1° de enero de día de 2019, la respuesta del público fue abrumadora. Las búsquedas en Google de "Marie Kondo" se multiplicaron por 100 respecto de lo que había pasado cuando salió el libro a la venta en los Estados Unidos.
Entonces Kondo hizo algo inusual para alguien con aspiraciones de expandir su negocio: postergó la aceptación. De hecho aún no ha firmado el contrato para una segunda temporada en Netflix.
Cuando se le pregunta por la situación de la segunda temporada, Brandon Riegg, vicepresidente de Netflix, que estuvo involucrado en la adquisición y creación del programa, se muestra confiado y asegura: "Estamos entusiasmados por seguir trabajando con Marie y seguimos hablando de cuáles serían los siguientes pasos".
Cuando el runrún en torno al show de Netflix estaba en su pico, Kawahara evaluó las opciones para hacer crecer KonMari. En agosto de 2019 KonMari anunció que Rakuten había obtenido una participación mayoritaria en la compañía por una suma no informada. La noticia pasó casi inadvertida, como si se tratara de una gacetilla de prensa que anunciaba una suerte acuerdo de patrocinio entre Kondo y el gigante del comercio electrónico. Aún tratándose de una mujer en el pico de su fama y cuyos movimientos son seguidos intensamente, este evento -comparable por ejemplo con el hecho de que Amazon adquirió Goop, la empresa de belleza de Gwyneth Paltrow- que no trajo la atención del público.
Kawahara explica que Rakuten entiende la filosofía japonesa que sustenta el método KonMari y también es una corporación con escala global. "Rakuten es aún más grande que Amazon en Japón", dice Kawahara, señalando que controla a bancos y compañías de servicios hipotecarios. "Afecta la vida de todas las personas allí. Realmente deseo que la noticia hubiese tenido más impacto pero creo que los medios japoneses no nos prestan tanta atención debido a que no vivimos allí hace muchos años". Y la mayoría de los medios de comunicación en los Estados Unidos no saben lo que es Rakuten.
Apuesta personal
La adquisición por Rakuten también podría explicar por qué KonMari ha tardado en volver a firmar con Netflix. Tiene su propio servicio de streaming, Rakuten TV, que actualmente está disponible en muchos países, aunque no en Estados Unidos.
Cuando se lo consulta Kawahara si Rakuten TV es la siguiente parada de Kondo, dice: "Aún estamos en negociaciones al respecto de cómo nos asociaremos en cuanto a contenidos de entretenimiento".
En los meses posteriores a la inversión de Rakuten, KonMari comenzó a dar a conocer nuevas dimensiones de su negocio que se alinean con los puntos fuertes de la compañía holding japonesa.
En noviembre de 2019 KonMari lanzó una tienda de comercio electrónico donde Kondo ofrece productos que "provocan alegría" en su propia vida. El sitio incluye un diapasón de US$75 que se golpea en un cristal para crear un sonido que debe restaurar el equilibrio. Hay un servidor de arcilla de US$180 que se llama Donabe. Y está el pincel seco de US$22.
Entonces llegó el nuevo libro, Alegría en el trabajo, que Kondo vendió en una subasta en la primavera de 2018 a una división de Little Brown. La iniciativa de la gurú japonesa para llevar sus métodos a la oficina coincidió con valores defendidos por su nuevo benefactor, según Kawahara. "Ya habíamos estado trabajando en el libro, pero cuando Mickey [Mikitani, el CEO de Rakuten] oyó acerca de él, dijo: ?¡Esto es lo que vengo diciéndole a mis empleados desde hace años! Quizás si no me escuchan a mí escuchen a Marie'".
Luego de que se hiciera público el acuerdo, Mikitani escribió en LinkedIn: "Todos en la familia de Rakuten limpian su espacio de trabajo cada semana. Nos encontraron a todos -incluido yo- una mañana por semana ordenando nuestra área de trabajo".
A diferencia del primer libro, La felicidad en el trabajo está escrito a cuatro manos. Kondo escribe la primera parte, en la que da consejos de cómo organizar el escritorio y eliminar lo que considera elementos innecesarios del espacio de trabajo digital. "En el lugar de trabajo hay cosas que tenemos que hacer en el presente o que pueden ser beneficiosas para nuestra carrera en el futuro", asegura la gurú japonesa.
Sonenshein, el profesor de conducta en la organización de la escuela de negocios de la Rice University, escribe la otra mitad, acerca de cómo se aplica el método KonMari a la toma de decisiones, a la administración del tiempo y a las relaciones profesionales. "Hay mucho desorden, no sólo en el escritorio, sino en nuestras mentes, en la sala de reuniones y en nuestras computadoras", asegura el profesor universitario. "Todas estas distracciones nos traban para hacer el trabajo que de otro modo podría encantarnos".
Esta expansión al lugar de trabajo significa que KonMari Media ahora puede promocionar contenido y productos relacionados con la vida laboral. Ahora junto a los difusores de aromaterapia por US$119, la tienda KonMari vende por US$75 un cubo para guardar broches de papel y un cargador para el teléfono forrado en cuero por US$175. Y KonMari se prepara para expandirse al mucho más lucrativo campo del asesoramiento profesional para empresas. "Los consultores de KonMari ahora sólo trabajan en el hogar", dice Kondo. "Introducirlos en el lugar de trabajo es algo en lo que estamos pensando".
Cientos de consultores de KonMari descenderían felices sobre las compañías para enseñarle a los trabajadores como manejar mejor su correo electrónico y sus reuniones. El ordenamiento del hogar tiende a ser una oportunidad de única vez para los consultores, pero la consulta con empresas puede ser algo continuo y cada consultor potencialmente puede atender a miles.
Apto para todo público
Hace cinco años cuando Kondo se estaba volviendo popular en Estados Unidos, se asoció con eBay para ofrecer a los niños tarjetas que los ayudaran ordenarse antes de volver a la escuela y en el otoño boreal pasado cuando publicó Kiki y Jax: La Magia de la Amistad. El libro de dibujos para preescolares narra la historia de una ardilla y una lechuza cuya amistad debe pasar la prueba de la tendencia de la ardilla a acumular. La historia busca mostrar a los niños como buscar entre sus juguetes y organizarlos. Kawahara dice que KonMari también está trabajando en un juego que enseñará a los niños a ordenar y que podría estar listo ya este año.
Después de un largo día en el set de filmación, Kondo y Kawahara caminan hasta su auto, que está estacionado en un barrio residencial de Los Ángeles. En el camino se encuentran con una madre y su hija de tres años que van a la plaza y la nena inmediatamente reconoce a Kondo de su serie en la televisión. "A mí me gusta hacer KonMari con mis juguetes", le cuenta la niña a la estrella. A Kondo se le ilumina la cara, da un pequeño abrazo a la niña y luego continúa caminando, ansiosa por volver junto a sus hijas que han pasado el día con la señora que las cuida. "Le gusta estar en casa", dice Kawahara, antes de partir. "Por eso le gusta ordenar".
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