Demora el Gobierno la apertura del tercer canje de deuda para bonistas que siguen en default
Anunciado hace 40 días por la Presidenta, aún no tiene fecha de inicio, pese a la ansiedad de los pocos fondos de inversión que quieren participar
Anunciado hace 40 días como una muestra de buena voluntad hacia la justicia de Estados Unidos , el tercer canje de deuda para los bonistas en default se demora en arrancar.
Aunque la presidenta Cristina Kirchner dijo el 26 de agosto por cadena nacional que pondría en marcha esta nueva reapertura y que el 23 del mes pasado se promulgó la ley que suspendió la "ley cerrojo" (aplicada en los canjes de 2005 y 2010 para convocar a más acreedores), aún no hay una fecha concreta para esta operación.
"Se está trabajando bien, pero no hay nada inmediato. Los equipos técnicos están avanzando", dijo a LA NACION una fuente del Palacio de Hacienda, sin brindar mayores precisiones. El vocero afirmó que el timing no tiene que ver con la resolución del caso del pari passu que, según el consenso de los abogados, la Corte Suprema de EE.UU. no aceptaría tomar pasado mañana, a la espera de otra parte del expediente que se tramita en la Cámara de Apelaciones de Nueva York. Ayer, la presidenta Cristina Kirchner volvió a criticar al juez Thomas Griesa, que prohibió al país un eventual cambio del lugar de pago de los bonos. "La justicia de los Estados Unidos intenta dejarnos en default", se quejó.
Más allá de las palabras, el Gobierno aún tiene que presentar a la Comisión de Valores de Nueva York el formulario "18K" para lanzar el canje (y también debe hacer el trámite en Buenos Aires) y, como comentó un trader, "al no haber bancos organizadores que ganen comisiones, todo se demora un poco más". Los más interesados en que arranque cuanto antes, claro está, son los fondos de inversión como Gramercy, Fintech y Fidelity, que compraron bonos en default y que ayudarían a que el porcentaje de aceptación de los acreedores privados pase del 93 al 95 por ciento, según la mayoría de los analistas consultados por LA NACION.
"Los abogados de Cleary no quieren dar ni un paso en falso en medio de esta etapa judicial tan complicada", explicó una fuente del sector privado al tanto de los cuestionamientos internos que está recibiendo el estudio de abogados que defiende al país desde los 90.
En términos de participación, el jefe de estrategia del banco Bulltick, Alberto Bernal, sostuvo que "algo va a entrar y hay que ver si llega al 95% de los bonistas", mientras que los ex secretarios de Finanzas Daniel Marx y Lisandro Barry consideraron que se sumarían, en términos de valor nominal, entre US$ 1200 millones a US$ 1600 millones. Así, quedaría afuera un 5%, lo que impediría cerrar de forma definitiva el default. "Será una participación marginal", dijo el jefe de Estrategia de Puente, Alejo Costa.
Esta perspectiva no muy optimista respecto del canje tiene manifestaciones muy claras.
Por ejemplo, la suba de los bonos soberanos desde las elecciones primarias de agosto y desde que quedó en claro que la definición del caso legal en EE.UU. demoraría otro año, a menos que haya una decisión extremadamente negativa de la Corte Suprema de ese país, sin consultar siquiera al gobierno de Obama. Del lado negativo, jugó un rol clave el franco deterioro de las reservas internacionales desde enero pese a la vigencia del cepo al dólar. Otro factor de riesgo es la potencial baja en el precio de la soja.
Costa dijo que el repunte se debe "a las mejores noticias registradas por el caso en Nueva York y a una menor incertidumbre respecto del rumbo posterior a 2015, porque hay cierto discurso común de los posibles candidatos en el sentido de que el próximo gobierno se enfocará a resolver los problemas de la inversión". Bernal agregó que "si Cristina pierde en octubre, los bonos pueden subir un poco más".
En esa sintonía, el analista de Credit Suisse Daniel Chodos señaló que si el líder del frente renovador bonaerense, Sergio Massa, mantiene o aumenta su brecha con el oficialismo, "esto va a ser visto por el mercado como algo positivo y podemos ver algún aumento en los precios de los bonos argentinos". En particular, opinó que "los bonos de legislación argentina deberían subir más que los de ley extranjera, pero no tienen demasiado espacio para lograrlo, porque cotizan a precios bastante altos, como el Boden 15, cerca de los 94 dólares".
A los factores previos, según un informe de Elypsis, "hay que agregar una supuesta oferta de pago (con quita y ¿a través de Baade?) a litigantes en el marco del Ciadi y Uncitral, y a los avances del nuevo índice de inflación en línea con una demanda del FMI [condición necesaria para acordar con el Club de París]". Pero como son ideas repetidas, la consultora de Eduardo Levy Yeyati dijo que no hay que festejar antes de que se concreten.
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