Desafío judicial al Gobierno: ordenan revelar el contrato de YPF con Chevron
La jueza Carrión de Lorenzo le dio cinco días hábiles a la empresa de Galuccio para mostrar el convenio, como ordenó la Corte Suprema; la petrolera podría apelar
El polémico contrato entre YPF y la petrolera norteamericana Chevron para explotar la formación de recursos no convencionales Vaca Muerta, en Neuquén, va camino a convertirse en el primer contrapunto entre la Justicia y el gobierno de Mauricio Macri.
Pese a que algunos de sus funcionarios manifestaron la conveniencia de que ese acuerdo se mantenga en secreto, la jueza Cristina Carrión de Lorenzo ordenó ayer ejecutar el fallo de la Corte Suprema, de noviembre del año pasado, que obliga a revelar la totalidad del contrato.
Deberá hacerlo en los próximos cinco días hábiles después de que la empresa reciba la notificación, algo que se espera ocurra mañana. De manera que si el martes la empresa que conduce Miguel Galuccio no muestra el acuerdo, deberá pagar una multa de $ 10.000 diarios en los primeros cinco días de mora y de $ 50.000 diarios desde el sexto día.
El senador socialista Rubén Giustiniani fue el impulsor de la denuncia original. En su entorno explicaron que la copia que debe entregar YPF tiene que ser "fiel, íntegra y sin tachaduras". En otros términos: la petrolera no puede reservarse información, como intentó en la última defensa que hizo en la Justicia. Sucede que YPF presentó una copia del acuerdo ante el juzgado, pero con algunos párrafos eliminados.
Rechazo oficial
Según el cronograma estimado, el acuerdo con Chevron debería llegar por la mañana al juzgado. Allí lo recibirá Giustiniani, quien tiene decidido hacerlo público.
El cambio de gobierno también modificó la postura de algunos funcionarios de Macri con respecto a la publicidad del convenio.
La ex diputada del PRO, Laura Alonso, criticó en su cuenta de Twitter en 2013: "Secreto no es la regla en democracia. El acuerdo con Chevron empieza mal: no es público. Corre frío por la espalda, ¿no?".
Alonso hoy conduce la Oficina Anticorrupción. La semana pasada pidió disculpas por cambiar su pensamiento. "Me informé mejor sobre el contrato YPF-Chevron y por eso cambié de opinión", reconoció. Antes, había sostenido recomendado "tener conciencia de qué compañía es YPF y cómo funciona" el negocio petrolero internacional.
"Los contratos de petroleras tienen cláusulas de confidencialidad en los países más trasparentes del mundo", sostuvo. "Es como pedirle a Coca-Cola que haga pública su fórmula. El daño irreparable que le puede generar a YPF, que además es una compañía que cotiza en la Bolsa de Nueva York y está sometida a regulación internacional de transparencia, me parece que podría ser grave", agregó.
Por su parte, el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, también se mostró en contra de que se revele el acuerdo, aunque no se había expresado antes del cambio de gobierno.
"Respeto la decisión de la Corte Suprema de Justicia", afirmó Aranguren, pero aclaró: "Entre dos derechos, el de acceso a la información pública y el de mantener la confidencialidad de información entre privados, privilegió un derecho y eso es respetable. Si usted me pregunta a mí si yo suscribo, le diría que no".
Fin de ciclo
La decisión de Carrión de Lorenzo puede no ser el final de la disputa por la publicidad del acuerdo con Chevron, dado que es posible que YPF presente nuevos recursos para evitar dar a conocer la totalidad del convenio. A tal punto que Galuccio podría no estar al frente de la empresa cuando le toque difundir el contrato.
El ejecutivo acordó su desvinculación de YPF el martes de la semana pasada. El ejecutivo ocupa dos funciones (la Presidencia y la Gerencia General). Para reemplazarlo, el Gobierno designó a Miguel Gutiérrez, ex presidente de Telefónica, en el primero de los cargos, pero aún le resta cubrir el segundo. Con esa intención le ordenó al directorio que instruya al Comité de Nombramientos y Remuneraciones de YPF para que inicie una búsqueda nacional e internacional.
Está previsto que Galuccio deje sus funciones a fines de abril, cuando así lo disponga la Asamblea de Accionistas de la compañía.
Dólares por petróleo
En julio de 2013, la petrolera estatizada y Chevron firmaron un acuerdo para crear una unión transitoria de empresas (UTE) repartida en partes iguales para encarar el desarrollo petrolero en una superficie de 20 kilómetros cuadrados en Loma Campana, Neuquén. La inversión inicial de la compañía norteamericana fue de US$ 1240 millones.
Según los planes iniciales de YPF, el desarrollo total del área requiere de la perforación de más de 1500 pozos para alcanzar, en 2017, una producción de 50.000 barriles de petróleo y 3 millones de metros cúbicos de gas asociado por día. Es una meta que difícilmente se cumpla debido a que la caída del precio internacional del petróleo llevó a las petroleras a reducir sus inversiones.
La empresa que maneja Galuccio no es ajena a esa situación: dispuso una reducción del 25% en sus inversiones para este año, según informó en la última teleconferencia con sus accionistas días atrás.
Uno de los objetivos que resultará más perdjudicado es, justamente, la inversión en exploración en VacaMuerta, cuyos costos están por encima del promedio de la compañía en el país. Su desarrollo cobrará nuevo impulso sólo si aumenta el precio internacional del crudo, algo que no parece cercano.
Del editor: cómo sigue. Finalmente parece que se conocerá el contrato YPF-Chevron en su totalidad, aunque la petrolera argentina podría intentar evitarlo nuevamente.