Deuda. El Gobierno captó $55.800 millones, pero el 83% vence en 72 días
El Gobierno puso en marcha su programa financiero 2021 -que se distingue por presentar compromisos laxos durante los primeros meses tras los canjes llevados adelante en la última parte de 2020- al tomar del mercado poco más de $55.840 millones mediante la reapertura de cuatro instrumentos de deuda en pesos que ya tenían circulación en el mercado. Se trata de un monto que supera largamente lo que buscaba (se conformaba con un piso de $10.000 millones), pero le sirve para hacer caja de cara al voluminoso vencimiento que enfrentará a fines de mes.
Lo captado supera 2,3 veces los $24.270 millones que el Tesoro necesitaba conseguir (teniendo en cuenta también los pagos desde la última licitación a hoy) para enfrentar los vencimientos de la primera quincena de enero (pagos del Bocon PR 13, el Boncer 2021, el Cuasipar y el Discount en pesos) y muestra que volvió a lograr financiamiento a bajo costo, considerando las tasas del 37,75 al 38,25% nominal anual con las que fueron colocadas las dos Letras a vencer a fines de marzo.
De todos modos, el financiamiento es muy cortoplacista dado que el 83% de la demanda se volcó a los instrumentos que caducan en apenas 72 días.
Todo sucedió en la licitación que marcó el debut del nuevo equipo de finanzas del Ministerio de Economía, ahora capitaneado por el economista Mariano Sardi (reemplazó a Diego Bastourre, que hoy debutó también como director del Banco Central), a quien seguirá acompañando Ramiro Tosi como subsecretario.
Sardi precisamente definió que su objetivo será "continuar con los lineamientos de la gestión realizada en 2020, con el propósito de seguir profundizando el desarrollo del mercado local" y destacó que el nuevo año se inició con un "financiamiento neto de $32.163 millones". Pero, dado el resultado, obvió que el alargamiento de las colocaciones también había sido una meta de su antecesor.
La subasta para obtener financiamiento incluyó una nueva ampliación de Letras de Descuento (Ledes), otra colocada a la tasa de pases a 7 días que define el BCRA (Lepase) y una tercera ajustable por inflación (Lecer).
Precisamente los dos primeros instrumentos fueron los más demandados: colocaron $47.217 millones en las letras a vencer el 31 de marzo ($25.548 millones en Ledes y otros 21.669 millones en Lepase a tasa variable más 3,2% (S31M1). Esto, para los agentes de mercado, indicaría que la subasta tuvo otra vez una fuerte participación de organismos públicos.
"La Lede SM311 cotiza a Badlar+130 bps mientras que el precio de la licitación implica Badlar + 80 bps. ¿Quién va a comprar una letra en una subasta más cara de lo que puede conseguirla en el mercado? Con la Lepase sucede algo similar, con 160 bp de spread. Eso explica que los que aceptaron la penalización (tal vez porque no podían evitarla) optaran al menos por el menor plazo", explicó un experimentado operador.
La información oficial solo reporta los montos demandados y adjudicados, y la cantidad de ofertas recibidas (ayer 293) pero no discrimina si se trata de demanda pública o de mercado. Pero Sardi, quien ya se desempañaba como subsecretario de Servicios Financieros, destacó que hubo una elevada participación de inversores minoristas: "se recibieron 178 ofertas en el tramo no competitivo".
En la subasta se adjudicaron otros $8626 millones en Letras y bonos con capital ajustable por inflación (Lecer y Boncer): $6828 millones en la primera, que vence el 13 de septiembre (238 días), y otros $1798 millones en la segunda, que reconoce un interés del 1,3% y caducará en 20 meses (20 de septiembre de 2022).
La deuda indexada (también la atada a la variación del dólar) es la que más participación había ganado en los últimos meses, lo que supone todo un desafío para las finanzas públicas de aquí en adelante, con una inflación en 4% mensual, como acaban de certificar los últimos datos del Indec.
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