Deuda: proyectan que el mejor escenario sería una quita del 30%
Permitiría una reactivación rápida y una vuelta al mercado en dos años, según una consultora
A casi dos meses de haber asumido la administración del Estado, el eje de la política económica del Gobierno sigue siendo el proceso de reestructuración de la deuda, que en el Ministerio de Economía quieren tener encaminado para fines del mes próximo. Sobre la base del resultado de las negociaciones, se espera tener una mayor claridad sobre las proyecciones de crecimiento de la economía.
En el Palacio de Hacienda reina el hermetismo y no quieren hacer ningún adelanto sobre las estimaciones fiscales, comerciales y de deuda que Martín Guzmán presentará a partir del miércoles próximo en el Congreso.
Sin embargo, las consultoras tienen sus propias proyecciones, que se basan en el poco margen de maniobra que tiene el Gobierno para implementar un programa económico. Las principales restricciones son la necesidad de lograr consistencia fiscal y de mantener el superávit comercial.
La consultora Analytica, fundada por Ricardo Delgado -que volvió al sector privado luego de su paso por el Ministerio del Interior en el gobierno de Macri-, proyecta en su escenario base que este año la economía se contraerá entre 2,5% y 3% y que la inflación terminará en alrededor de 42%, y recién comenzará a bajar en 2021, a partir de la apreciación del tipo de cambio real. Para este año, indicaron, no hay espacio para atrasar el dólar, ya que no solo escasean las divisas, sino que la única fuente de generación es el superávit comercial.
La base del modelo está hecha en el supuesto de que los salarios crecerán entre 35 y 38%, y que el atesoramiento de dólares, con el supercepo, será de apenas US$3600 millones, cifra sustancialmente más baja que el nivel de 2015 (también con cepo), cuando fue de US$8000 millones.
A diferencia de lo que la mayoría de los economistas espera, en Analytica creen que este año habrá un superávit fiscal de 0,76% del PBI, teniendo en cuenta que el atraso tarifario se revierte en parte durante el segundo semestre, ya que un congelamiento mayor impactaría en las inversiones y en la política fiscal.
"Este año la economía solo será movida por los salarios, ya que no habrán ni inversión ni exportaciones que puedan liderar algún proceso de crecimiento", dijo Delgado, en un encuentro con periodistas.
Sobre la reestructuración de la deuda, la consultora proyecta dos escenarios posibles. Uno de canje light, en el cual estima una quita promedio de capital del 30%, lo que despejaría parcialmente los vencimientos y permitiría que el país vuelva a insertarse al mercado en dos años. El escenario alternativo (de canje hard) implica una quita del 50%, que despeja el horizonte de vencimientos, pero no permitiría una reinserción en el mercado, lo que provocaría un castigo a la inversión.
"La negociación de la deuda de Axel Kicillof [gobernador de Buenos Aires] complicó la nacional, porque ahora los acreedores no ven el default como una opción y esto fortalece su posición. Encima, todavía hay dólares hasta mayo. Los acreedores juegan con muchas cartas dadas vuelta y esto complica la posibilidad de sentarse en la mesa con una propuesta que no sea light", indicó Rodrigo Álvarez, socio y director de Analytica.
El economista señala además que para implementar una quita más agresiva se necesita un mayor plazo de negociación, como sucedió en 2005, y el Gobierno quiere cerrar el canje en los próximos meses para que la economía se reactive lo antes posible. "Hay que tener en cuenta también la exit yield, la tasa a la que la Argentina se reinserta a los mercados de crédito después de la renegociación. Si es por arriba del 15%, no vendrán inversiones directas y Vaca Muerta seguirá siendo una utopía", señaló.
Finalmente, hicieron hincapié en que, una vez finalizada la reestructuración, será clave mantener la disciplina fiscal para lograr la confianza de los inversores. "La consistencia fiscal es la base del modelo, no hay espacio para el populismo. La tasa de interés será tanto más baja en la medida en que el mercado percibe que hay una regla fiscal. Si no es creíble, se entra de nuevo con tasa de dos dígitos y en dos años entramos en un nuevo canje, como le sucedió a Ucrania", concluyeron.
Por su parte, la fundación FIDE, que fundó la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, señaló que el promedio simple de paridades a precio de mercado de bonos en moneda extranjera con legislación local es del 44,7%, y para los de legislación internacional, del 47,7%. "A medida que avance la negociación estos precios irán variando, pero la situación hoy es que estos títulos cotizan a un valor de mercado que incorpora una quita superior al 50%, dando un margen relevante para las ofertas", indicó.
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