Los cuatro caminos que se le abren a Guzmán para negociar la deuda extranjera
Con el diario del lunes, la mayoría de los actores del mercado señaló que el diferimento del pago de la deuda en dólares emitida bajo jurisdicción local no fue una sorpresa, ya que el Gobierno tiene escasos dólares para hacer frente a todos los vencimientos y prefirió utilizar esas reservas para negociar los pagos emitidos bajo ley extranjera. Este monto sería de alrededor US$3300 millones.
Sin embargo, generó malestar que hace solo una semana, el Ministerio de Economía haya enviado el aviso de pago del Bonar 20 (AO20), que provocó un alza de su cotización de 21% en la semana, para que 72 horas después se decrete una postergación del pago. "Alguna explicación en la justicia deberían dar, aunque sea una pésima justicia como la local", se quejó en Twitter el analista financiero Christian Buteler.
La Argentina enfrenta también en lo que queda del año vencimientos en pesos con acreedores privados por US$10.000 millones, medidos al tipo de cambio oficial, según la consultora 1816. "Si los acreedores no aceptan canjes voluntarios en moneda local, veremos más reperfilamientos", señalaron.
Tampoco sorprendió que, a priori, pareciera haber un trato diferencial entre la deuda bajo ley local y la emitida bajo legislación Nueva York, a pesar de que el mismo ministro de Economía, Martín Guzmán, se cansó de repetir que habría trato igualitario con todos los acreedores.
Hay economistas, sin embargo, que señalan que se avanzará en la misma manera con la deuda bajo ley extranjera: "El próximo paso para el Gobierno será la interrupción de los pagos de intereses de sus bonos del exterior", dijo Emmanuel Álvarez Agis, director ejecutivo de la consultora PxQ, a la agencia Bloomberg.
"La estrategia del Gobierno es dar a la deuda extranjera el mismo trato que la ley local. Incumplirán con el pago de intereses de su deuda el 22 de abril, pero al mismo tiempo podrían presentar su oferta de deuda a los acreedores", agregó el exviceministro de Economía durante la gestión de Axel Kicillof, en referencia al pago de US$503 millones que debe hacer la Argentina este mes, pero que tiene un período de gracia de 30 días, hasta el 22 de mayo.
Hoy, los bonos bajo ley extranjera reaccionaron con alzas a la decisión de considerar que la ley nacional y la extranjera juegan partidos separados, según destacó la consultora 1816. "Al no pagar los bonos ley local, la posición de caja se ve más favorecida. Hay que admitir que no es lo mismo enfrentar juicios en Nueva York que reclamos en la Argentina. Ya en las crisis de finales de los 80 y en la crisis de 2001, el Estado modificó unilateralmente términos de contratos y la Corte Suprema falló en contra de los acreedores que reclamaron por su pago", recordaron.
Además señalaron que "el gran inconveniente que tendrá ahora la Argentina es que no será sencillo convencer a los acreedores bajo legislación internacional de que el país no tiene recursos para enfrentar los vencimientos del resto del año, aunque quizás el covid-19 ayude".
"Hasta abril de 2021, cuando vence el Global 21, no hay ningún mes con vencimientos por bonos de ley extranjera de más de US$1000 millones. Sumando todos los pagos de los próximos 12 meses (hasta marzo 2021 inclusive) habría que desembolsar US$4400 millones", agrega el análisis de los economistas Adrián Rozanski, Mariano Skladnik y Martín Defilippo.
La consultora LCG, por su parte, indicó que con los bonos bajo ley local reperfilados hasta el 31 de diciembre, para el Gobierno se abren cuatro caminos. "El primero es el de presentar una propuesta similar de reperfilamiento con los bonos ley extranjera. En ese caso, habrá que esperar anuncios respecto de los intereses del Global 26, que vencen en apenas 18 días. La segunda alternativa es que Guzmán presente rápidamente un acuerdo con los bonistas extranjeros, en la cual haya logrado conseguir la adhesión de las cláusulas de acción colectiva, aunque parece poco plausible", analizaron.
"La tercera opción es realizar una propuesta y que no tenga adherencia. En ese caso el país no ingresará en default si sigue pagando los intereses. La cuarta alternativa es dejar que venza el plazo de pago de los intereses y entrar en default por falta de pago y propuesta. El desafío de esta alternativa es justificar el no pago en un año donde no hay carga de vencimientos importantes", completaron en la consultora que dirige el economista Guido Lorenzo.
Finalmente, en Elypsis indicaron que el objetivo del Gobierno es renegociar la deuda externa para evitar un incumplimiento, y utilizar esa renegociación como referencia para tratar la deuda local de manera similar.
"Cualquier renegociación implicaría un período de gracia y extensiones de vencimiento de probablemente más de un año. La primera propuesta que haga la Argentina probablemente ofrezca un periodo de gracia durante el mandato de Alberto Fernández, pero no reunirá el apoyo necesario. Vemos una posibilidad de que el Gobierno presente una segunda oferta más acorde con la visión de las mayorías necesarias para reprogramar el servicio de la deuda con vistas a una nueva renegociación dentro de unos años", analizaron.
"Si las negociaciones fracasan, el Gobierno probablemente reestructurará la deuda interna por separado, en línea con las pautas más agresivas presentadas por Guzmán, y enfrentará un largo incumplimiento con la aceleración de bonos en el extranjero", concluyó la consultora del economista Eduardo Levy Yeyati.
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