Diego Prado: “Se puede adaptar el proceso de producción a los vaivenes económicos”
El director de RR.HH. de Toyota habla del compromiso a nivel mundial de la compañía a no despedir gente
En enero del próximo año, la automotriz Toyota iniciará un proceso de reclutamiento masivo de operarios y líderes de planta. Se trata de alrededor de 600 personas que se sumarán a las 400, entre profesionales y personal de fábrica, que ya ingresaron en los meses pasados.
La selección responde a un proyecto de expansión de la empresa de origen japonés, que se anunció a fines del 2013 y consiste en renovar el equipamiento de producción de la línea, casi duplicar la superficie de capacidad instalada del galpón de planta y construcción de edificios, comenzar una nueva plataforma para la fabricación de la pickup Hilux (fases ya concluidas) y ampliar la capacidad de producción para pasar las 93.350 unidades de Hilux y SW4 por año a 140.000.
"La Argentina se está transformando en un productor de vehículos utilitarios, mientras que Brasil se especializa en vehículos de pasajeros. Se trata de balancear el negocio de exportación e importación", dice Diego Prado, director de Recursos Humanos y Asuntos Corporativos de la empresa.
Asegura que la dirección de RR.HH. tiene la función de acompañar al negocio con el desarrollo de la gente, siguiendo la filosofía corporativa de crecimiento lento y sostenido. La cultura de la compañía también implica un fuerte trabajo en equipo basado en la cooperación. "Hasta se ve con malos ojos el individualismo. La compañía busca constantemente hacer negocios de forma sustentable. Mediante la competencia se pueden tener resultados de corto plazo, pero es difícil sostenerlos en el largo", asegura.
–¿Están contratando?
–El proyecto completo de expansión representa una inversión de U$S 800 millones y la generación de 1.000 puestos de trabajadores entre directos y indirectos. Durante el último año tomamos 400 personas, 200 ingenieros y 200 potenciales líderes de planta. Ahora estamos en una meseta y estamos planificando un nuevo crecimiento para principios del año que viene.
–¿Qué perfiles buscarán?
–Siempre estamos renovando cuadros y reforzando el semillero de potenciales talentos. Con lo cual, buscamos Jóvenes Profesionales o recientes graduado, aunque hay de todo porque para algunas posiciones requerimos cierto nivel de especialización. Para el año que viene incorporaremos potenciales operadores de planta, que llamamos team members, para procesos productivos.
–¿En ese caso también apuntan a jóvenes?
–No tenemos una determinación en cuanto a la población. Más allá de la edad, buscamos personas que estén alineadas con los valores de compañía, que son la mejora continua y el respeto.
–En muchos sectores se quejan por la dificultad de encontrar talentos. ¿Cuán difícil es dar con la persona indicada en el mercado automotriz, que no está en su mejor momento?
–En 2014 Toyota tuvo una situación particular porque fue la única automotriz que creció en volumen de ventas, con un aumento del 20%, cuando el mercado tuvo una caída de alrededor del 30%. Eso nos jugó a favor y en contra. En contra porque para aquel que no tiene conocimiento de la situación particular de Toyota, el mercado automotriz pierde atractivo, a favor porque en un mercado en el que se produce una restricción en la demanda de generación de empleo se puede llegar a buenos candidatos, especialmente ingenieros. Además, la marca Toyota tiene un valor porque es un paradigma en toda escuela de ingeniería por el Toyota Product System (TPS), que es un método por excelencia de producción industrial.
–Entre los 4.800 empleados, 1.000 son profesionales y 3.800 trabajan en planta como operarios y líderes. ¿Qué beneficios se piensan para este grupo más grande de empleados?
–Una de las características del Toyota Way (estilo de Toyota) es el tratamiento equitativo. Los beneficios son comunes a todo el personal. Desde el servicio de comedor hasta la posibilidad de comprar dos autos por año al costo.
–¿Cómo se manejan cuando hay algún problema o falla?
–Usamos el concepto genchi-gembutsu, una palabra japonesa sin traducción que significa: nunca tomes decisiones desde el confort de tu escritorio, andá hasta el lugar donde el problema se encuentra, investigalo por tus propios medios, charlá con los responsables de ese proceso, hacete cinco veces la pregunta de por qué pasa lo que pasa, identificá la causa y recién entonces pensá la contramedida. Por ello, en Zárate trabajan desde el presidente hasta los operarios en el mismo predio y comparten el mismo gimnasio, comedor, reserva ecológica y beneficios.
–En mayo del año pasado, en una reunión con Axel Kicillof y Débora Giorgi representantes del sector, entre ellos Toyota, se comprometieron a no despedir gente. ¿Cuán sostenibles son estos compromisos?
–Toyota tiene una visión particular sobre la estabilidad del empleo y el compromiso de mantener la fuerza de trabajo. En la década del ´50, tras la Segunda Guerra Mundial, la situación de Toyota no era ajena a la de Japón, que estaba en crisis. La empresa hizo lo que hacen muchas: cuando se necesita reducir la operación y costos, una de las variables de ajuste es el personal. Toyota sufrió un conflicto muy fuerte por dos años y terminó en la renuncia de la dirección de la compañía por la incapacidad de transmitir a los empleados lo crítico de la situación del negocio. Ese conflicto también termina con un acta fundacional que dio origen al Toyota Way
–¿Qué es el Toyota Way?
–Un compromiso en el que la empresa promete hacer el máximo esfuerzo por mantener las fuentes de trabajo y mejorar los beneficios y condiciones laborales paulatinamente, y los empleados hacen su máxima contribución para mejorar el negocio.La compañía puede adaptar su volumen de producción a los vaivenes económicos. Se busca mejorar procesos productivos y dotar a las plantas de la capacidad de ajustar el volumen de producción hasta en un 40% sin tener que afectar a la plantilla.