Dólar, deuda y un nuevo acuerdo con el FMI: las definiciones de Martín Redrado

El expresidente del Banco Central Martín Redrado tuvo una jornada "muy energética" ayer, como él mismo la bautizó. Al mediodía llegó a laExposición Internacional del Petróleo y del Gas, que se desarrolla en La Rural, y brindó una charla interna a los ejecutivos de Halliburton, la empresa estadounidense especializada en brindar servicios de perforación en los yacimientos. Horas después se presentó en el sala B, donde lo esperaban todas las sillas ocupadas.

"Estoy convencido de que para salir del proceso de estancamiento cíclico, de arranque y caída de la economía, la Argentina tiene que resolver el problema de que consume más dólares de los que produce. Mientras no se resuelva esto, la Argentina no tendrá un escenario de previsibilidad", dijo el fundador de Fundación Capital, invitado por las empresas Voy con Energía y Lubrax a dar la charla.

En este sentido, indicó que el país puede revertir su problema con el sector energético. "En 10 años se puede hacer que la Argentina tenga dos pampas húmedas a su disposición y ser superavitaria con el desarrollo de convencional y no convencional. Para ello, el sector tiene que ser una política permanente mas allá del gobierno que le toque y tiene que tener un horizonte que hoy no tiene. La provisión de divisas hace a la estabilidad económica", enfatizó.

Luego, señaló que si bien la deuda "casi se duplicó en los últimos cuatro años, y llegó a superar el 100% del PBI", cuando se mira la relación de cuánto debe la Argentina en relación a cuánto produce "es un problema manejable".

"Un 34% de la deuda se le debe a otros organismos del sector público, entre los que se encuentra el Banco Central, la Anses, el Pami; es una deuda intrasector que es fácilmente rolleable, se puede renovar. Un 27% es deuda con otros organismos multilaterales: Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Banco de Desarrollo de América Latina (CAF); es un problema especial con un grupo de acreedores. Y el alrededor del 45% restante es lo que el país le debe a los mercados, a los fondos de inversión. Tener una deuda de 45% del PBI es un problema manejable", analizó el economista.

En ese sentido indicó que es necesario tener políticas consistentes que ataquen el problema en su conjunto y "no de manera individual". Fue una suerte de crítica a la descoordinación económica entre la política monetaria, fiscal y energética que se le señala al Gobierno.

"Cuando se mira en perspectiva hacia adelante, la Argentina tiene problemas con los vencimientos de deuda en 2022 y 2023. Por eso es necesario ingresar en una nueva etapa con el FMI. Hay que hacer un nuevo programa, pero no que venga hecho desde Washington, sino que sea hecho en la Argentina por argentinos", comentó el economista, y habló de un acuerdo de facilidades ampliadas con el FMI para "salir de un programa corto a uno de largo plazo, que extienda los vencimientos de pago que están muy concentrados en 2022 y 2023".

"Con este arreglo, la Argentina debería tener un contexto más manejable. Será necesario también reabrir y generar confianza en los mercados locales e internacionales, y eso dependerá de la calidad de la política económica que venga hacia adelante", agregó.

Redrado hizo referencia también a la caída del nivel de actividad y señaló que "la Argentina está estancada desde 2010". En cuanto a los sectores que mejor le irán en el corto plazo, mencionó al agro, la minería, la tecnología de la información y el turismo. "El petróleo y el gas estaba en este rubro hace un mes, pero tras el decreto de pesificación y congelamiento de precios, se generó un nivel de incertidumbre adicional que es otro de los problemas que tendrá que resolver el próximo gobierno", indicó.

Además, listó a la siderurgia, los alimentos y la química entre los sectores con luz amarilla, y al sector electrodoméstico, el automotor, el textil, maquinaria y equipos, consumo masivo y bebidas no alcohólicas, como a los que peor andarán.

Finalmente dijo que cuando se le pregunta a los técnicos del FMI sobre política monetaria, hay cuatro pilares fundamentales: "Un tipo de cambio alto, que llegó para quedarse entre nosotros, superávit fiscal, superávit comercial y un banco central fuerte en reservas, que pueda hacer políticas anticíclicas".