Dólar: se intensifica la intervención oficial para controlar las cotizaciones financieras
Cada vez que el CCL se acerca a los $160, se activan las ofertas de bonos por parte de organismos oficiales para frenarlo y evitar que se vuelva a disparar la brecha cambiaria
La escena se repite en cada rueda desde hace semanas. Arranca cuando la cotización del dólar contado con liquidación (CCL medido al Global 30) pone proa a los $160 en el inicio de cada jornada.
Basta que se acerque a ese valor para que irrumpan órdenes de ventas sostenidas de bonos (cargadas por el Banco Central o la Anses, en menor medida), que comienzan a acomodarla a la baja sin lograr -la mayoría de las veces- que cierre en retroceso, pero consiguiendo neutralizar el avance o reducirlo a un mínimo.
Se repitió ayer con el CCL abriendo a $159,40, antes que esas ventas lo replieguen hasta los $157,52 del cierre (+0,3%).
La estrategia apunta a sostener al dólar solidario (que bordea los $163) como el más caro de plaza, para mantener anestesiada una demanda que hace 9 meses llegó a involucrar a $4 millones de argentinos pero luego, por el encarecimiento, las trabas de acceso y un menor interés -al surgir alternativas más baratas-, se redujo a 363.000 personas en marzo, según los últimos datos oficiales.
Es uno más de los mecanismos que usan para mantener el mercado en “calma”, algo facilitado por estos meses por las sostenidas compras de reservas que realiza a diario del BCRA y ya suman más de US$500 millones solo en mayo.
El CCL había tocado un máximo de $181 a fin de octubre, es decir, el punto cúlmine de la corrida que obligó al BCRA a endurecer hasta un nivel inusitado el cepo y a la Comisión Nacional de Valores (CNV) a trabar en extremo las operaciones realizadas con activos bursátiles al sólo efecto de permitir el cambio de moneda
Eso sucedió luego de varios meses en que el Gobierno estaba sin “poder de fuego” para intervenir y controlar esos precios por el canje de deuda, lo que llevó a la brecha cambiaria a ubicarse por encima del 100% contagiando al blue (que coqueteó los $200) y raleando la oferta de divisas en el MULC.
Tras dicho “aprendizaje”, el BCRA (que ya había vuelto a tomar una exposición alta en el mercado de futuros) amplió su intervención y pasó a convertirse en un oferente asiduo de bonos en dólares para bajarle el precio al CCL y absorber además pesos, aunque con un costo sobre las reservas.
Dichas ventas (que Neix estima rondaron los US$400 millones en enero y promediaron los US$150 millones en febrero y marzo) provocaron que la cotización del “dólar fuga” se haya mantenido por un cuatrimestre en un valle que fue de $140 a $152.
El efecto que la sostenida tutela oficial tuvo sobre el mercado fue aprovechado por los fondos de inversión internacionales, que mantenían fuerte exposición en bonos argentinos en pesos desde 2018, para desarmar buena parte de su tenencia con la “garantía” de no pagar un sobrecosto para transformar los pesos en dólares y llevárselos.
Según la Consultora 1816, quien más se benefició fue Templeton, que se vendió del 25% de su posición de pesos entre enero y marzo (ventas por US$628 millones). “Considerando que hubo 59 días hábiles en el 1° trimestre, significa que vendió bonos en pesos y demandó CCL por algo más de US$10 millones por rueda”, sostuvieron.
La tendencia a la lateralización del CCL en el primer trimestre se rompió a inicios de abril, momento en que las ventas oficiales se eran menores y más esporádicas. Fue luego de que el CCL acumulara una racha de 18 alzas seguidas en las que trepó 9%, lo que obligó a los entes oficiales a “volver” a un esquema de intervenciones sistemáticas para controlarlo.
Del esquema sistematizado surgió el esbozo de una regla a la que se apegaría la mesa del BCRA -supervisada desde hace meses por Lisandro Cleri, subdirector ejecutivo del FGS de Anses, enviado a esa tarea por Economía- para activar sus intervenciones.
“Desde hace unos días el BCRA interviene en el MEP y CCL justo en momentos que se aproxima al desvío máximo (5%) en relación al dólar solidario”, observó la consultora Delphos Investment. “Cada vez que el CCL amaga con llegar a $160, apareció la intervención oficial que parece confirmar esta interpretación”, indicó.
Estas ventas, que se descuenta seguirán e intensificarán de ser necesario, es uno de los factores que explica que sus persistentes compras de reservas, que superan los US$4100 millones en el año (tras intensificarse con los US$2849 millones adquiridos sólo entre marzo y abril) no se reflejen en igual medida en su tenencia de reservas brutas, que subió apenas en US$ 900 millones (de US$39.409 millones al 31/12/2020 a US$ 40.304 millones de ayer).
Es un costo que el Gobierno elige pagar para evitar se repitan corridas como las que lo tuvieron en vilo por algunos meses el 2020, dado que se trata de un año electoral.
Según un informe de la Consultora 1816 sobre la base de un relevamiento de mercado, quien más se benefició fue Templeton, que se desprendió del 25% de su posición de pesos en el primer trimestre de 2021, al realizar ventas por US$628 millones al contado con liquidación. “Considerando que hubo 59 días hábiles en el primer trimestre, esto significa que vendió bonos en pesos y demandó contado con liquidación por algo más de US$10 millones por rueda”, sostuvieron.
La tendencia a la lateralización que había evidenciado el CCL en el primer trimestre, producto de todo lo ya explicado, se rompió precisamente a inicios de abril, momento en que las ventas oficiales se habían reducido y vuelto más esporádicas. Fue luego de que el CCL acumulara una racha de 18 alzas consecutivas, en las que trepó 9%, lo que obligó a los entes oficiales a “volver” a un esquema de intervenciones sistemáticas para controlarlo y evitar que la “brecha” vuelva a dispararse.
Precisamente, del esquema sistematizado de intervención que se observa en las últimas semanas surgió el esbozo de una regla a la que se apegaría la mesa del BCRA -supervisada desde hace meses por Lisandro Cleri, subdirector ejecutivo del Fondo de Garantía Sustentable (FGS) de la Anses, enviado a esa tarea por el ministerio de Economía- para activar sus intervenciones.
“Desde hace unos días el BCRA interviene en el mercado de dólar MEP y CCL justo en momentos que se aproxima al desvío máximo (5%) en relación al dólar solidario”, observó en un informe diario la consultora Delphos Investment. “Cada vez, por caso, que el CCL amaga con llegar a $160, vimos como apareció la intervención oficial que parece confirmar esta interpretación”, indicó.
Las ventas sostenidas de bonos del BCRA, que se descuenta seguirán y se intensificarán de ser necesario, es uno de los factores que explica además que sus persistentes compras de reservas, que superan los US$4100 millones en lo que va del año (tras intensificarse con los US$2849 millones adquiridos sólo entre marzo y abril) no se reflejen en igual medida en su tenencia de reservas brutas, que suben apenas en US$1083 millones en igual período (pasaron de US$39.409 millones a fin de a los US$ 40.492 millones de ayer).
Pero es un costo que el Gobierno elige pagar para evitar se repitan corridas como las que lo tuvieron en vilo por algunos meses el año pasado, en especial, dado que se trata de un año electoral donde puede comenzar a definir su futuro y margen de acción.
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