El dólar sigue dando pasos hacia arriba, aunque bajo férrea tutela oficial
Sube 1,2% en la semana, en una plaza que sufre una oferta insuficiente pese a medidas que obligan a exportadores a liquidar
La cotización del dólar oficial volvió a moverse al alza ayer, al cerrar a un promedio de $59,15 para la ahora regulada venta minorista.
Así registró en el día otro avance de 8 centavos (0,13%), aunque a nivel mayorista solo sumó 2 centavos, al subir de $56,00 a 56,02, y ya acumula un alza de 71 centavos (o 1,23%) en lo que va de la semana.
De este modo volvió a acortar las brechas con los valores del billete que surgen de operaciones bursátiles, que se mantuvieron estables (quedó en $65,40 el dólar MEP) o volvieron a moverse a la baja (cayó a $69,07 el "contado con liquidación") tras haber alcanzado "picos" muy por encima de los $70 en ambos casos días atrás.
Fue al cabo de una jornada en que volvió a quedar en evidencia que las restricciones aplicadas desde comienzos de mes a la demanda y las obligaciones dispuestas para la oferta exportadora no logran equilibrar totalmente el mercado y obligan a la banca pública a hacer su aporte.
"En sistema aparecieron posturas de US$10 millones en la punta vendedora que subían de a un centavo, lo que dejó a la vista la intervención oficial y en los hechos trabó cualquier movimiento alcista mayor de la divisa", explicó Sebastián Centurión, de ABC Cambios.
La tutela oficial se hace necesaria para que el Gobierno cumpla con la que definió hace 15 días como su prioridad principal: mantener en calma al billete.
Ocurre que, pese a las normas que obligan a los exportadores a liquidar, la oferta privada sigue siendo escasa, lo que queda reflejado en un volumen de operaciones al contado que (aunque aumentó 10% respecto de la rueda previa, al llegar a US$333,4 millones) se mantiene muy bajo.
De allí que, para evitar o tratar de mantener acotadas las fluctuaciones del billete, se hace necesaria la oferta de la banca pública, que ayer "volvió a ser decisiva para suplementar la insuficiencia de la oferta privada genuina", acotó por su parte Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambio.
Sin impacto de la Fed
De este modo, el peso se movió a contramano del resto de las monedas emergentes, que tendieron a revaluarse al disponer la Reserva Federal de Estados Unidos un nuevo recorte de 25 puntos a la tasa de referencia de esa economía, que quedó ahora en el rango que va del 1,75 al 2% anual, lo que tiende a favorecer un debilitamiento mundial del dólar.
Esa decisión hubiera beneficiado al país en otro contexto, al propiciar condiciones para bajar su costo de financiamiento y mejorar sus ingresos por el impacto que un dólar débil tiene en los precios de las commodities.
"La baja de tasa, al repercutir en menores rendimientos financieros, genera mayor liquidez, que podría dirigirse al mercado de commodities: así, en adelante podrían ingresar por vía comercial al país más dólares aun cuando vendamos lo mismo que antes", explica el economista Matías Rajnerman, de Ecolatina.
Sin embargo, esa decisión hoy es inocua para la Argentina considerando su presente crisis, que le cerró acceso a toda clase de financiamiento -incluso el que ya tenía comprometido por parte del FMI-, y la casi nula previsibilidad de su economía.
La jornada se completó con la nueva baja de 25 puntos que convalidó el BCRA en la volátil tasa de referencia local, que quedó en el 83,21% anual (sigue en zona de máximos en más de 17 años) al cabo de una rueda en la que, por vía de las Leliq, logró absorber unos $12.500 millones tras dos días de emitir casi $47.000 millones.
Esa expansión, empero, fue en parte compensada porque los bancos volcaron parte de los pesos cobrados por sus inversiones en estos títulos a la realización de pases (préstamos por 1 día al BCRA), con lo que apuntarían a contar con más liquidez a mano.